París (AFP) – Los precios son bajos, pero los tejidos siguen siendo preciosos: la alpaca rizada, el guipur macramé o la seda encuentran mercado después de no ser utilizados por las grandes casas de lujo del grupo LVMH.
Desde 2021, todos estos excedentes se han reinyectado en un mercado secundario sin precedentes y hasta ahora tabú, mientras las autoridades presionan al sector para que adopte comportamientos más virtuosos desde el punto de vista medioambiental.
Antes del lanzamiento de Nona Source, una plataforma en línea y dos salas de exposición en París y Londres, estos kilómetros de textiles sobrantes acababan en el incinerador o acumulaban polvo en los almacenes.
Uno de los tres impulsores del proyecto, Romain Brabo, vio rápidamente la oportunidad comercial y el gesto medioambiental.
“Me di cuenta de que en los almacenes había lo que nos gusta llamar ‘bellas durmientes’, telas magníficas que permanecen inactivas durante varios años al final de las colecciones y que ya no se utilizan”, dijo a la AFP.
Una bendición para los jóvenes diseñadores y estudiantes de escuelas de moda, limitados por el coste exorbitante de estos rollos de tela esenciales para la creación.
Nona Source vendió el año pasado cerca de 280 kilómetros de tejidos, prácticamente el equivalente a la distancia entre París y Bruselas en línea recta, y casi 140.000 prendas de vestir.
Biblioteca de telas
Entre los habituales: Arturo Obegero, un diseñador español de 31 años, que sólo trabaja con estos “stocks muertos” y que no entiende otra forma de crear, él que creció junto al mar y aprendió en su pequeño pueblo. de Tapia para “respetar la naturaleza”.
La etiqueta sostenible y de lujo de los tejidos Nona Source le ha permitido ganar algunos clientes. En el microtaller instalado en su casa, por ejemplo, creó el vestido negro de encaje español que lució la estrella del pop Beyoncé en su gira Renaissance.
“La gente cada vez presta más atención al origen de lo que compra, pero ofrecerles algo sostenible, a un precio razonable, se está volviendo realmente complicado”, añade.
La presión de las autoridades públicas, en particular de Bruselas, comienza a aumentar sobre la industria de la moda, llamada a poner fin a las increíbles montañas de residuos que produce.
Lógicamente, iniciativas similares a las de Nona Source se están difundiendo en Francia y en el extranjero.
En París, la muy esperada venta de la “Tissuethèque”, especializada en excedentes de Alta Costura, tendrá lugar del 14 al 17 de junio.
Lavado verde
Para Hélène Valade, directora de Desarrollo Medioambiental del grupo LVMH, la prioridad es “evolucionar los códigos de lo bello” o al menos apoyar, quizás con retraso, estos nuevos usos.
“Hace diez años, cuando usábamos una pieza reciclada, a todo el mundo le parecía fea. Pero ahora ya no es lo mismo”, subraya.
Para algunos observadores de la transición ecológica, la iniciativa de LVMH es positiva, pero advierten de un caso clásico de “greenwashing” o eco-blanqueo.
Los gigantes de la moda, muy examinados, no tienen más remedio que dar el paso, prometiendo pasar al transporte por barco, a una mejor gestión del consumo de agua en la fase de fabricación o incluso al cuero vegano.
“Mientras no eliminen el plástico PVC de sus líneas de producción, en particular en Louis Vuitton, nunca podrán pretender ser una empresa verde”, dijo a la AFP Dana Thomas, autora de la investigación “Fashionopolis”. sobre el impacto medioambiental de la moda.
Louis Vuitton, la marca de lujo más rentable del mundo, fabrica sus famosos accesorios serigrafiados LV no en cuero sino en… lona recubierta de PVC, o hule de lujo.
Dana Thomas acoge positivamente la iniciativa de una mercería de lujo y de segunda mano de LVMH pero también se pregunta “¿por qué no lo hicieron hace 20 años? “.
©AFP
