Entrenador del OL desde hace casi un año, Pierre Sage vivirá su primer derbi contra el AS Saint-Étienne. La impaciencia se mezcla también con el orgullo de todo un pueblo.
Pierre Sage, ¿cuándo fueron tus primeros recuerdos del derbi?
Pierre Sage: Muy temprano. Primero como espectador, luego como educador en la Academia. Siempre he seguido todos los partidos, incluso de otras categorías, de estos derbis. Consume mucha energía, mucha atención. Es muy importante para nosotros, para nuestro club, para nuestra ciudad y vamos a ser dignos representantes de todos.
¿Cómo abordamos una reunión así?
Hay dos aspectos, por un lado, considerar el partido a nivel táctico, la organización del rival. Y además está el lado emocional muy fuerte que hay que gestionar. Cuando logramos combinar los dos, podemos hacer grandes cosas en este tipo de situaciones con el plus añadido de un partido frente a nuestra audiencia. Impulso y apoyo popular sin precedentes.
Hay una forma de impaciencia. ¿Cómo gestionarlo?
Más bien debemos hacerlo positivo y no debe haber un lado que aniquile a los jugadores, sino un lado que dé fuerza, energía, cohesión, solidaridad. Deben ser más de once jugadores los que están en el campo, sino un pueblo completo que se enfrenta a otro.
Todo el ambiente habla de este derbi, ¿lo entiendes?
Sí, en el sentido de que hace mucho que no se juega. Ha pasado mucho tiempo desde que tuvo lugar, es una casilla que marcamos bastante rápidamente cuando leemos el calendario de la temporada. Ahora está ahí y lo importante es jugar contra él el gran día y no los días anteriores. La impaciencia es algo bueno, pero debe dar fuerza y energía.
“Mi mejor recuerdo es con el OL U16”
Pasaste tu juventud en Jura y Ain. ¿Ha cambiado su relación con este derbi?
Sí, cambia porque consideramos que es un partido importante cuando estamos lejos y desde el momento en que estamos involucrados, es un partido que se vuelve muy importante, incluso vital, ya que actúa sobre el ánimo durante todo un semestre. Se considera una palanca importante para estar de buen humor.
¿Qué queda del aficionado al fútbol?
Hoy no quiero ser un aficionado al fútbol, quiero ser un Lyonnais puro. Empecé a estudiar aquí en 1998, así que tuve tiempo de sumergirme en esta cultura, no te preocupes. Vivo en Lyon desde hace 26 años.
¿Cuál es tu mejor recuerdo de un OL – ASSE?
Mi recuerdo más querido es curiosamente con el más joven con la sub-16. Elegimos jugar 4-1-3-2 y marcamos 3 goles en 20 minutos. Al final ganamos 4-2, fue un partido extraordinario, los jóvenes estuvieron increíbles y estuvo Enzo Molebe quien marcó y hoy está con nosotros.
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