El Paris Saint-Germain se encuentra contra la pared.
En busca de una victoria imprescindible contra el Salzburgo para aspirar a clasificarse para la Liga de Campeones, el club capitalino ve en entredicho sus opciones de verano. Sin embargo, Luis Enrique tuvo plenos poderes durante el mercado de fichajes, con un fichaje emblemático validado directamente por Nasser Al-Khelaïfi: Randal Kolo Muani.
Pese a la insistencia del presidente qatarí en cerrar este traspaso por 80 millones de euros en las últimas horas del mercado de fichajes, el delantero francés se encuentra ahora relegado al banquillo. Luis Enrique parece favorecer esquemas sin delantero centro, dejando fuera de los planes a Kolo Muani pese a su condición de subcampeón del mundo. Este desmentido deportivo resulta intrigante, sobre todo en un equipo que lucha por convencer en la escena europea.
Este desajuste entre directivos y plantilla pone de relieve un PSG en busca de equilibrio. Si Al-Khelaïfi se ha alejado de la toma de decisiones directa con los jugadores, como lo hizo antes, este verano demuestra que sus raras iniciativas personales todavía pueden tener peso… para bien o para mal.
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