Vencedor del Mónaco este domingo al final de la decimotercera jornada de la Ligue 1 (2-1), Roberto De Zerbi espera que esta victoria marque “el inicio de una gran historia en el Vélodrome”, tras una serie de malos resultados en casa. .
Una victoria para protegerse del destino. En un Vélodrome en plena ebullición, el Olympique de Marsella (por fin) ganó en casa, este domingo al Mónaco, al final de la decimotercera jornada de la Ligue 1 (2-1). Después de que Aleksandr Golovin abriera el marcador en el primer tiempo (41.º), Luis Henrique hizo sonar la revuelta al regresar del vestuario (53.º), antes de que Mason Greenwood, al final del partido, diera la victoria a su equipo de penalti (89.º). . Suficiente para permitir a los hombres de Roberto De Zerbi volver al éxito en casa en una temporada 2024-2025 en la que las recepciones a menudo se han perdido. Como lo demuestran estos últimos tres partidos sin ganar en el césped del Vél’: dos derrotas contra el Auxerre (1-3) y el PSG (0-3), y un insípido empate contra el Angers (1-1) a principios de octubre.
“Espero que este sea el comienzo de una historia importante en el Vélodrome. Fue una pena que no hayamos podido expresarnos en casa”, comentó el técnico del Marsella en rueda de prensa, visiblemente aliviado. “Teníamos un bloqueo mental que no nos permitía jugar con calma y lucidez. Teníamos miedo de hacer mal y es difícil jugar así. Es difícil de explicar, pero creo que no éramos nosotros mismos”, continuó De Zerbi mientras que su equipo, segundo en la Ligue 1, ocupa en casa la decimocuarta posición en la clasificación…
“Espero que hayamos encontrado la clave para jugar aquí”
Con jugadores mucho más agresivos en la presión, “hubo una gran diferencia con los últimos partidos en casa”, insistió De Zerbi, que espera haber “encontrado la clave para jugar aquí (en el Vélodrome)”.
“Esta tarde vi a mis jugadores. Ellos demostraron lo que trabajamos cada día en los entrenamientos. Es decir, jugar con valentía, organización, luchar, correr, intentarlo, tomar riesgos, presionar alto. Vi al equipo que entreno”, dijo. El técnico italiano en rueda de prensa.
“En Marsella es un deporte diferente al de otras ciudades. Fue una pena no poder liberarme. Me sentí feliz de ver a mis jugadores expresar sus cualidades. Estoy apegado a mis jugadores. Me entristeció no verlos. rendir al 100% de sus capacidades”, concluyó.