A pesar de un comienzo de temporada catastrófico, el Nantes no se plantea la destitución de Antoine Kombouaré. Hay una razón para ello.
El FC Nantes está en crisis. La derrota sufrida ante el Le Havre (0-2), el domingo por la noche en casa, fue demasiada. Pese a ello, parece que Antoine Kombouaré no se ve amenazado en absoluto en su puesto. Tiene el apoyo tanto de los jugadores como de la dirección.
Canarias está teniendo su peor inicio de temporada en dieciocho años. Actualmente son puestos de control de carreteras y esta es la razón por la que la Brigada del Loira se rebeló durante el fin de semana. Protestas de la afición que provocaron dos interrupciones del encuentro. El club ya puede pagar el precio, con posibles sanciones de la Liga.
Kombouaré está tranquilo
La situación es alarmante. Y, sin embargo, Kombouaré seguramente mantendrá su lugar en el banquillo. ¿Por qué razón? Porque su despido le costaría demasiado a Waldemir Kita. Este último aún debería tener que sacar de su bolsillo entre 2 y 3 millones de euros como compensación. Un sacrificio que no está dispuesto a hacer, especialmente en estos tiempos económicos difíciles y sin garantías de que un posible sustituto lo haga mejor.
Kombouaré, que se encuentra en su segunda experiencia en el banquillo del FCN, podrá así dormir tranquilo. Al menos hasta la próxima mala actuación de su equipo. Porque en algún momento se funde un fusible y él es el más indicado para encarnarlo.
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