El invierno pone a prueba nuestro sistema inmunológico, y no es raro sucumbir a resfriados o fatiga crónica durante este período. Para evitar estos inconvenientes se pueden adoptar algunos hábitos sencillos y eficaces. Aquí te damos recomendaciones de expertos para fortalecer tus defensas naturales durante la temporada de frío.
Desterrar el azúcar malo y favorecer los minerales
El primer paso para proteger su sistema inmunológico es limitar el consumo de azúcar. Aude Veret, naturópata, explica que el azúcar refinado, a menudo presente en caramelos, refrescos y comidas industriales, reduce la capacidad de nuestro organismo para combatir las infecciones. “El consumo excesivo estimula la producción de glóbulos blancos, pero se vuelven menos eficaces contra los ataques virales. »
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Por otro lado, es fundamental consumir alimentos ricos en minerales. Se prefieren los productos del mar, como pescado, marisco y algas (nori, wakame, dulse). Para darle un empujón extra, la sopa de ortiga, rica en aminoácidos y minerales, puede ser una excelente opción para incluir en el menú semanal.
Concéntrate en un sueño reparador
Dormir lo suficiente es una clave esencial para mantener un sistema inmunológico saludable. Aude Veret recuerda que “la melatonina, hormona del sueño, desempeña un papel crucial en la regeneración de las defensas inmunitarias, especialmente entre las 22.00 y las 7.00 horas”. Por lo tanto, es aconsejable acostarse temprano y dormir ocho horas por noche para permitir que el cuerpo se regenere eficazmente.
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Muévete con regularidad, pero sin excesos.
La actividad física es fundamental para mantenerse en forma. Los deportes cardiovasculares como la natación, la carrera o el boxeo ayudan a mejorar la resistencia y hacen que el cuerpo sea más resistente. Según los especialistas, 45 minutos de deporte, dos o tres veces por semana, son suficientes. Si tienes poco tiempo, la clave es moverte a diario, ya sea mediante caminatas cortas o ejercicios en casa.
Ajusta tu outfit y la temperatura interior
Otro error común es taparse demasiado en invierno. Al sobrecargar el cuerpo con capas de ropa, limitamos su capacidad natural de adaptarse al frío. Alexandra Chopard, doctora en farmacia, recomienda moderar la temperatura interior: “Una casa sobrecalentada debilita el cuerpo. Lo ideal es que el salón esté a 19°C y el dormitorio a 18°C. » Esto le permite tolerar mejor las variaciones de temperatura sin debilitar su sistema inmunológico.
Los beneficios de las plantas y las infusiones
Las plantas también pueden desempeñar un papel clave en la prevención de las infecciones invernales. El tomillo, por ejemplo, tiene propiedades depurativas ideales para las épocas frías. En forma de infusión con una cucharada de miel, se convierte en un valioso aliado contra los dolores de garganta. Otra planta esencial: la equinácea, conocida por estimular el sistema inmunológico. Disponible en forma de cápsulas o extractos en farmacias, está especialmente recomendado para la prevención.
Ventilar diariamente
Por último, es fundamental renovar el aire de tu hogar. Según Alexandra Chopard, “el aire interior suele estar más contaminado que el exterior debido a las bacterias, virus y otras partículas traídas del exterior”. Ventilar cada habitación durante al menos diez minutos al día, incluidos los espacios de trabajo, ayuda a limitar el riesgo de infección y purifica el ambiente.
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