Se está cuestionando la idea de que dormir ocho horas por noche es la clave para un corazón sano. Un nuevo estudio revela que los horarios regulares de sueño pueden desempeñar un papel aún más importante. Este detalle que a menudo se pasa por alto podría alterar nuestros hábitos nocturnos.
Investigadores canadienses han explorado el vínculo entre la regularidad del sueño y los riesgos cardiovasculares. Al analizar datos de más de 72.000 personas, observaron que el sueño irregular aumentaba en un 26% el riesgo de sufrir un infarto, un ictus o un ictus.insuficiencia cardiaca. Esta observación se aplica incluso a quienes respetan la duración recomendada del sueño.
Estos resultados, publicados en Revista de epidemiología y salud comunitariase basan en mediciones objetivas. A diferencia de los cuestionarios simples, los acelerómetros registraron los ciclos de sueño de los participantes durante siete díasgarantizando una precisión sin precedentes.
Para evaluar la regularidad, los científicos calcularon un índice de regularidad del sueño (SRI). Las puntuaciones altas indican un ritmo estable, mientras que las puntuaciones bajas reflejan variaciones significativas. Se formaron tres grupos: durmientes regulares, moderadamente irregulares e irregulares.
Las conclusiones son sorprendentes: cada desviación de la hora habitual de acostarse o levantarse aumenta los riesgos para la salud cardiovascular. Cuanto más bajo sea el SRI, mayor será el peligro, incluso si se respetan las siete a nueve horas de sueño recomendadas.
El estudio también destaca que las personas que duermen moderadamente de forma irregular pueden reducir sus riesgos manteniendo una duración adecuada del sueño. Por otro lado, esta estrategia no es eficaz en el caso de personas que duermen de forma irregular.
Jean-Philippe Chaput, autor principal, insiste: “Una diferencia de más de una hora altera gravemente el reloj biológico”. Recomienda limitar las variaciones de tiempo a 30 minutos, incluso durante el fin de semana.
Sin embargo, esta investigación sigue siendo observacional. Aunque establece una fuerte correlación, no prueba un vínculo directo de causa y efecto. Otros factores como la dieta o el estrés podrían influir en estos resultados.
A pesar de estas limitaciones, este trabajo nos recuerda la importancia de los ritmos constantes para preservar nuestra salud. Ahora, una simple disciplina en tu agenda podría convertirse en un valioso aliado para tu corazón.
¿Qué es el Índice de Regularidad del Sueño (SRI)?
El índice de regularidad del sueño (SRI) es una medida utilizada por los científicos para cuantificar la coherencia del horario de sueño de una persona. Refleja las variaciones diarias en la hora de acostarse y despertarse, así como el tiempo total de sueño.
Una puntuación SRI alta, generalmente superior a 87, indica horarios de sueño muy regulares. Por el contrario, una puntuación baja (inferior a 71) revela una gran irregularidad en los ciclos del sueño, que puede alterar el ritmo biológico interno.
El cálculo de este índice se basa en el registro de los datos del sueño durante varios días, a menudo utilizando dispositivos como acelerómetros. Estos dispositivos miden la actividad física para estimar los períodos de sueño y vigilia.
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