En farmacias, hospitales o establecimientos de alojamiento para personas mayores dependientes (Ehpad), los farmacéuticos actúan como centinelas de la salud pública. En contacto directo con los pacientes, suelen ser los primeros en explicar por qué no es sistemáticamente necesario un antibiótico para tratar una infección.
Las pruebas rápidas de orientación diagnóstica (Trod) para la angina o la cistitis simple permiten limitar tratamientos innecesarios. “ Tenemos una enorme responsabilidad: prevenir el uso indebido antes de que se convierta en una resistencia incontrolable. », explica un farmacéutico de la ciudad, testigo diario de las expectativas de los pacientes.
Un país que todavía consume demasiado
El informe de 2024 de Public Health France muestra una ligera disminución del consumo de antibióticos en Francia: – 3,3% en dosis diarias por habitante en 2023 en comparación con 2022. Pero estos esfuerzos siguen siendo insuficientes. Con 820 recetas por cada 1.000 habitantes al año, Francia sigue estando entre los mayores consumidores de Europa, lejos del objetivo nacional de 650 recetas.
Las cifras varían según los grupos de edad:
– Entre los niños (0-4 años), las recetas cayeron un 9%, un progreso alentador.
– Entre las personas mayores, la situación es más alarmante, especialmente en las residencias de ancianos sin farmacias interiores. De hecho, entre los mayores de 80 años, las recetas aumentaron un 5,3%.
Resistencia preocupante
La otra cara del problema es aún más alarmante: la progresión de la resistencia bacteriana. Según el informe, los de cefalosporinas de tercera generación (C3G) y fluoroquinolonas siguen aumentando.
En hospitales y residencias de ancianos, esta resistencia complica la atención al paciente. En la ciudad, la situación es igualmente preocupante: la resistencia a las fluoroquinolonas crece sin cesar desde 2018.
Para los farmacéuticos, esta observación es una señal de advertencia. “ Cada antibiótico mal utilizado es una puerta abierta a bacterias resistentes », advierte un farmacéutico del hospital.
Campañas de apoyo y sensibilización
Consciente del problema, Public Health France ha reforzado sus campañas de sensibilización. Para 2024, los farmacéuticos están en el centro de las acciones previstas con:
– formación para mejorar la prescripción y el uso de pruebas rápidas;
– materiales educativos para ayudarles a concienciar a sus pacientes.
El trabajo de los farmacéuticos no se limita a la prevención directa. Al promover los gestos de barrera, la vacunación (Covid-19, gripe, VRS en los lactantes) o proporcionar información sobre las medidas de higiene, contribuyen indirectamente a reducir las infecciones que requieren tratamiento con antibióticos.
Una lucha colectiva
La resistencia a los antibióticos es un desafío global. De acuerdo a la lanceta, Causó 1,14 millones de muertes en 2021 y se estima que está asociado con 4,71 millones de muertes. Ante esta amenaza, los farmacéuticos son actores clave, pero no pueden actuar solos.
Su papel es central, pero debe ser parte de una estrategia más amplia que involucre a médicos, veterinarios, instituciones y ciudadanos. Cada acción cuenta, ya sea seguir una receta, limitar la automedicación o vacunarse.
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