La falta de avances en la COP29, un peligro para los derechos humanos

La falta de avances en la COP29, un peligro para los derechos humanos
La falta de avances en la COP29, un peligro para los derechos humanos
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La 29ª Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP29), que concluyó el fin de semana pasado, no logró avances suficientes para mantener las temperaturas globales en 1,5 grados Celsius y evitar los peores impactos del cambio climático. La COP29 resultó en un objetivo de financiamiento global que los países en desarrollo consideran insuficiente para permitirles luchar contra el calentamiento global.

Uno de los textos adoptados por la conferencia no menciona explícitamente la necesidad de alejarse de los combustibles fósiles, como se acordó previamente el año pasado en el documento final de la COP28. No se lograron más avances en este tema crucial en la COP29.

Las comunidades en mayor riesgo han sufrido durante mucho tiempo los impactos de la explotación de combustibles fósiles, que debe eliminarse gradualmente desde una perspectiva de derechos humanos. El presidente de Azerbaiyán, país anfitrión de la COP29, Ilham Aliyev, afirmó durante su discurso inaugural que los combustibles fósiles eran un “ don de dios », sugiriendo que los estados ricos en estos recursos tienen derecho a aumentar su explotación.

La COP29 también adoptó nuevas reglas sobre el mercado de carbono, destinadas a permitir que los países cumplan sus compromisos con el Acuerdo de París a través de proyectos de compensación de carbono. Pero la medida ignora una larga historia de proyectos de este tipo que han violado los derechos territoriales de las comunidades rurales y sobreestimado enormemente sus beneficios climáticos.

La represión de la disidencia en Azerbaiyán limitó una participación significativa de la sociedad civil durante la COP29. En el período previo a la conferencia, las autoridades arrestaron a decenas de periodistas, defensores de los derechos humanos y otras personas que criticaban al gobierno con cargos falsos. Los activistas climáticos no pudieron manifestarse fuera del lugar de la conferencia porque las reuniones públicas son limitadas en Azerbaiyán y se les pidió que permanecieran en una sala de conferencias dentro de la “zona azul” administrada por la ONU. No se permitían consignas, por lo que los manifestantes tarareaban. Algunos participantes con los que hablé, incluidos defensores de los derechos humanos, activistas y periodistas, reconocieron que se autocensuraron y evitaron criticar públicamente al gobierno de Azerbaiyán por temor a represalias.

Semejantes restricciones son inaceptables. En las negociaciones sobre el clima se debe proteger la participación significativa de la sociedad civil y el respeto de los derechos y libertades fundamentales, ya que son esenciales para garantizar acciones gubernamentales justas y ambiciosas para abordar la crisis climática.

Los gobiernos deben intensificar urgentemente sus esfuerzos para responder a la crisis climática comunicando, a principios de 2025, sus objetivos nacionales de reducción de emisiones compatibles con el Acuerdo de París. También deberían formular planes concretos para abandonar el carbón, el petróleo y el gas dentro de plazos específicos.

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