Desde su fundación en 2022, la Asociación Científica de Patologías Hepatobiliares y Pancreáticas (ASPHP) ha continuado su misión de concienciar y avanzar terapéuticamente organizando, el 31 de octubre, un congreso internacional en el hotel Marriott de Constantina.
Este encuentro médico reunió a especialistas argelinos y extranjeros en torno al tema del carcinoma hepatocelular (CHC), los tumores neuroendocrinos y las metástasis hepáticas. El profesor Youcef Khenchoul, cirujano general y presidente de la asociación, destacó a El Watan que esta iniciativa tiene como objetivo resaltar el proceso de tratamiento de patologías graves que afectan al hígado y al páncreas, integrando un enfoque multidisciplinario que reúne a cirujanos, radiólogos, epidemiólogos, oncólogos y especialistas en patología. Durante esta tercera edición, el cáncer de hígado fue tema de especial interés, porque requiere un enfoque terapéutico diversificado y coordinado.
La vía de atención del cáncer de hígado se basa en una secuencia de estrategias que comienza con la prevención, el cribado de factores de riesgo, el diagnóstico por imágenes y el análisis de patologías, hasta llegar al manejo quirúrgico y tratamientos oncológicos, incluyendo quimioterapia y radioterapia. Nuestro interlocutor insistió en que cada paso lo realiza un especialista, destacando la necesidad de sinergia entre disciplinas para optimizar los resultados clínicos de los pacientes. Sin embargo, el cáncer de hígado en Argelia sigue siendo una patología todavía contenida.
En su discurso, el profesor Abdelhak Lakehal, epidemiólogo del hospital Didouche Mourad, en la wilaya de Constantina, reveló que la prevalencia del cáncer de hígado sigue siendo relativamente baja en Argelia en comparación con otras regiones, en particular Asia. A nivel mundial, el cáncer de hígado ocupa la sexta posición entre los cánceres más comunes y representa la tercera causa de mortalidad por cáncer, totalizando el 8% de las muertes relacionadas con esta enfermedad. En Argelia, esta patología se sitúa entre los puestos 14 y 15 entre los hombres y entre los puestos 18 y 19 entre las mujeres.
Esta tasa podría, sin embargo, aumentar debido a la evolución de los hábitos alimentarios hacia un modelo más occidental. “Debemos aspirar a tasas de prevención más altas. Seguramente habrás notado que dentro de la presentación de factores de riesgo se incluyen enfermedades hepáticas independientes de los virus, como la hepatitis B y C.
Estas enfermedades causadas principalmente por la obesidad constituyen un dato interesante. En Argelia asistimos a un cambio visible en los hábitos alimentarios, influido por una dieta cada vez más occidental. Esta evolución nos acerca inexorablemente a una tasa de prevalencia similar a la observada en Francia”, explicó el profesor Khenchoul.
Precisa que el objetivo es prevenir estas enfermedades actuando sobre los factores de riesgo para detener su progresión antes de que alcancen un estadio avanzado que requiera tratamientos complejos y costosos.
Intensificar la detección
También se abordó la cuestión crucial de la escasez de órganos. Como explica el profesor Marc Antoine Allard del Centro Hepatobiliar del Hospital Paul Brousse de Villejuif (París), el trasplante de hígado sigue siendo un recurso excepcional debido a la falta de órganos disponibles. Los trasplantes sólo pueden cubrir un tercio de las necesidades del mundo.
Esta observación ha llevado a los médicos a favorecer la cirugía para los casos más críticos y reservar el trasplante en caso de recurrencia. El profesor Boumendjel, de gastrohepatoenterología del Hospital Universitario de Constantine, destacó la importancia de la detección temprana del CHC para optimizar las posibilidades de tratamiento.
Recomienda diagnosticar las patologías hepáticas crónicas mediante pruebas sencillas, ampliar el cribado más allá de los pacientes con cirrosis, mantener un intervalo regular entre ecografías y derivar a radiólogos especialistas. Además, fomenta el uso de puntuaciones de evaluación de riesgos para ajustar la frecuencia de los exámenes, particularmente en pacientes de alto riesgo, con el fin de utilizar las técnicas de imagen más eficientes.
El profesor Khenchoul aprovechó este evento para abogar por una mayor sensibilización entre las autoridades públicas sobre el trasplante de órganos, en particular en el tratamiento de los cánceres de hígado y páncreas.
Calificando el trasplante de “guinda del pastel”, recordó que, a pesar de la disponibilidad de plataformas técnicas adecuadas, el apoyo de las autoridades y la sensibilización sobre la donación de órganos, especialmente la donación post-mortem, son esenciales. “La sociedad argelina sigue dudando sobre la donación de órganos debido a los temores relacionados con el tráfico de órganos y las barreras culturales.
Por tanto, es fundamental iniciar una acción colectiva para superar estas reticencias, involucrando no sólo a los profesionales de la salud, sino también a los medios de comunicación y a las autoridades públicas”, afirmó. Aunque el Estado ha realizado esfuerzos para mejorar el acceso a equipos médicos, en particular para laparoscopia, inmunoterapia y tratamientos contra el cáncer, persisten disparidades que obstaculizan la igualdad de acceso a la atención en todo el país.
Para concluir, el profesor Khenchoul insistió en la importancia de establecer un centro hepatobiliar totalmente equipado, capaz de centralizar toda la atención y garantizar una gestión óptima de estas graves patologías.
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