La microbiota intestinal interactúa constantemente con nuestro organismo. Secreta sustancias esenciales para nuestra inmunidad y se comunica con las neuronas del intestino, también llamado “cerebro del vientre”. Estas neuronas controlan la motilidad intestinal, regulan la digestión y permiten la absorción de nutrientes necesarios para el buen funcionamiento de nuestro organismo.
Una microbiota equilibrada limita el riesgo de diversas patologías, mientras que una microbiota desequilibrada puede volverse patógena, secretando sustancias nocivas para nuestra salud.
Influencias en nuestra salud
Cada vez más estudios han destacado la importancia de tener una microbiota sana. Hoy en día sabemos que esto ayuda a prevenir muchas enfermedades como la obesidad, la diabetes, enfermedades crónicas, inflamatorias e inmunes, así como determinadas enfermedades mentales. Las personas que padecen estas patologías suelen presentar una composición microbiana diferente, tanto en cantidad como en diversidad de bacterias.
“Actuar sobre la dieta y reducir el estrés puede ayudar a reequilibrar la microbiota y mejorar la salud. Para promover una microbiota saludable, prefiera las verduras, las frutas, los alimentos fermentados o incluso los alimentos integrales con almidón. Los alimentos ricos en fibra dietética contribuyen a la salud de la microbiota intestinal”, explica Sarah Pirson, dietista del CHRSM (Centre Régional Hospitalier Sambre et Meuse).
“Varía tu consumo de frutas y verduras para diversificar al máximo tu ingesta de nutrientes. Evita el azúcar, las grasas saturadas, el alcohol y los alimentos ultraprocesados. Una buena masticación también es fundamental para evitar la proliferación de bacterias malas y complicaciones digestivas”, añade.
La microbiota comienza a formarse en el nacimiento, influenciada por el método de parto y la lactancia. Los bebés nacidos por cesárea, que no pasan a través de la microbiota vaginal de la madre, suelen tener una deficiencia.
Impacto de los medicamentos
“Los antibióticos, aunque necesarios, también destruyen las bacterias buenas de la microbiota. Otros medicamentos como los antiácidos y las benzodiacepinas tienen un efecto negativo similar. Por tanto, es necesario tener precaución a la hora de consumir medicamentos”, señala Salomé Detienne, responsable de Prevención Sanitaria de Solidaris.
En conclusión, cuidar nuestra microbiota a través de una dieta sana y variada así como un estilo de vida saludable es fundamental para mantener nuestra salud física y mental.
Solidaris y el Centro Hospitalario Regional de Sambre et Meuse (chrsm) le proponen tres encuentros con expertos para recopilar información y dos talleres culinarios para formar nuevos hábitos. El evento es gratuito y abierto a todos. Más información en https://mavieenplus.solidaris-wallonie.be/evenements/microbiote-un-treso…
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