Ante la creciente prevalencia de la demencia, que hoy afecta a más de 24 millones de personas en todo el mundo, es crucial identificar formas de prevenir y retrasar estos trastornos cognitivos. Se estima que cada año se diagnostican 4,6 millones de nuevos casos de demencia, lo que provoca
1 nuevo diagnóstico de demencia cada 7 segundos.
Esto significa que se espera que los casos de demencia se dupliquen cada 20 años, superando los 80 millones de casos en 2040. Sin embargo, se estima que el 40% de los casos de enfermedad de Alzheimer, la forma más común de demencia, podrían evitarse o, al menos, retrasarse.
Esta nueva investigación, al identificar un marcador predictivo en mujeres con síntomas menopáusicos gravespide un seguimiento más riguroso y temprano de la salud cerebral de este grupo de mujeres.
Investigaciones recientes se han centrado en el papel del estradiol en el envejecimiento cognitivo femenino. Como la transición a la menopausia se caracteriza por una caída de los estrógenos, las mujeres posmenopáusicas tienen un mayor riesgo de sufrir demencia.
el estudio que siguió a 1.300 mujeres menopáusicas revela que:
- los síntomas menopáusicos graves, como los sofocos, los trastornos del sueño y del estado de ánimo, están bien relacionados con el desarrollo de deterioro cognitivo;
- queda por comprobar que el tratamiento eficaz de estos síntomas mediante terapia hormonal u otras terapias pueda preservar la cognición y sus diversas funciones;
- Existe una interacción compleja entre factores hormonales, de estilo de vida y sociodemográficos que impactan la salud cerebral y cognitiva.
así, se observa un efecto protector de un menor índice de masa corporal (IMC), así como un efecto positivo de un mayor nivel de educación, la práctica de ejercicio físico, terapia hormonal y también la actividad sexual, sobre la cognición.
Un vínculo que probablemente también afecta a la salud cerebrovascular.
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