Dormir bien permite la eliminación de residuos tóxicos acumulados durante el día, la consolidación de la memoria, la regeneración de las células cerebrales, etc.
2. ¿Estoy ansioso, estresado?
De hecho, el estrés crónico puede dañar las células cerebrales. La ansiedad y la depresión afectan la plasticidad del cerebro y pueden afectar la memoria y la concentración.
3. ¿Mi dieta es equilibrada?
Una dieta saludable proporciona nutrientes esenciales para la función cerebral, protege contra la inflamación y favorece la producción de neurotransmisores. Todo lo contrario de una dieta desequilibrada baja en frutas y verduras y rica en alimentos procesados.
4. ¿Estoy haciendo suficiente ejercicio?
Moverse aumenta la oxigenación cerebral, mejora la circulación sanguínea y reduce el riesgo de deterioro cognitivo. ¿Recomendaciones? Al menos 30 minutos de actividad física al día, 5 veces por semana. Y realiza actividades de fortalecimiento muscular, flexibilidad y equilibrio al menos dos veces por semana.
5. ¿Tengo suficientes conexiones sociales?
Quedar con amigos, charlar… Las relaciones sociales reducen el estrés y el aislamiento, mantienen las funciones cognitivas y protegen contra la depresión.
6. ¿Estoy suficientemente protegido contra el trauma?
Sí, no usar casco cuando andas en bicicleta, por ejemplo, te expone a daño cerebral en caso de impacto o caída. Protegerse bien también reduce el riesgo de sufrir trastornos cognitivos.
7. ¿Estoy seguro de la salud de mi corazón?
Un corazón sano es un cerebro sano. Controlar y controlar periódicamente la presión arterial ayuda a mantener una buena circulación cerebral y reduce el riesgo de accidente cerebrovascular y demencia vascular.
8. ¿Fumas? ¿Bebes?
El riesgo de desarrollar la enfermedad de Alzheimer es un 40% mayor entre los fumadores empedernidos (más de un paquete de cigarrillos al día) y un 50% entre los bebedores empedernidos (más de cuatro copas de vino al día). Y si ambos se combinan, los riesgos se multiplican.
Cada uno de estos factores juega un papel específico en el mantenimiento de una buena salud cerebral. Si tienes alguna duda respecto a alguna de estas cuestiones, no dudes en comentar el tema con tu médico. Él podrá orientarlo hacia la atención adecuada.
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Fuente: Destino Santé