Las personas con alergia a las nueces deben controlar cuidadosamente su consumo de alcohol, ya que podría aumentar el riesgo de sufrir una reacción grave, según un nuevo estudio realizado por investigadores de la Universidad McGill.
Según este estudio, las bebidas alcohólicas con sabor a nueces pueden exponer a las personas a trazas de alérgenos, incluso si la bebida contiene sólo sabores artificiales.
Posteriormente, el contacto con un alérgeno aumenta el riesgo de que una persona alérgica desarrolle una reacción grave.
“Durante la temporada navideña, la gente tiene acceso a una gran cantidad de bebidas y refrigerios a base de nueces. Por tanto, es fundamental estar especialmente atentos para evitar cualquier exposición accidental a los alérgenos”, afirma el autor principal del estudio, Roy Khalaf.
Los investigadores también observaron el vínculo entre los desencadenantes y los síntomas de la anafilaxia, una reacción alérgica que puede provocar rápidamente la muerte si no se trata.
En particular, descubrieron que la comida es el desencadenante más importante; esto es responsable de más de la mitad de los casos de anafilaxia.
Y entre los alimentos, los frutos secos destacan especialmente porque tienen más probabilidades de provocar síntomas de opresión en la garganta que otros alérgenos.
Además, el estudio sostiene que existe una importante falta de comprensión sobre cómo funcionan los desencadenantes entre los profesionales de la salud. Por lo tanto, muchos médicos usan epinefrina para tratar la anafilaxia, sin comprender realmente el vínculo entre un desencadenante y un síntoma bien definido.
Según los investigadores, esta falta de conocimiento puede contribuir a retrasos en el diagnóstico y el tratamiento.
“Al detectar ciertas tendencias, los médicos podrían brindar atención que salve vidas más rápidamente en caso de emergencia. Para las personas con alergias, comprender el papel del alcohol y otros factores desencadenantes podría ayudarles a tomar decisiones más cuidadosas”, afirma Roy Khalaf.
Este último cree que el estudio realizado por su equipo podría conducir a mejores prácticas de etiquetado en el sector agroalimentario para animar a las empresas a proporcionar información más clara sobre los alérgenos y así proteger mejor a los consumidores.