En un dictamen publicado el jueves, la Agencia Nacional de Seguridad Alimentaria, Ambiental y de Salud Laboral recomienda “un enriquecimiento sistemático de la dieta con ácido fólico” de las harinas blancas e integrales para mejorar la ingesta de vitamina B9.
Porque la ingesta insuficiente de vitamina B9 en mujeres embarazadas constituye uno de los principales factores de riesgo de defectos del tubo neural (NFTN), malformaciones congénitas que pueden tener consecuencias muy graves en el desarrollo del cerebro y de la médula espinal del recién nacido.
Menos de un tercio de las mujeres embarazadas toman vitamina B9
Una resolución de la OMS anima a los Estados a enriquecer los alimentos con vitamina B9 (sobre todo harinas, a veces pan o productos cereales) para prevenir estas malformaciones, una recomendación adoptada por más de 80 países en los últimos años.
En Francia, actualmente se recomienda la prescripción de folato a las mujeres que desean ser madres: en principio, debe comenzar al menos ocho semanas antes de la concepción y continuar durante el primer trimestre del embarazo.
Sin embargo, según la Encuesta Nacional Perinatal de 2021, menos de un tercio de las mujeres reportan haber comenzado a tomar suplementos de vitamina B9 antes del embarazo, como se recomienda.
“Una proporción que empeora con las desigualdades sociales: los estudios muestran que cuanto más jóvenes son las madres y menor es su nivel de educación, menos declaran haber comenzado a tomar vitamina B9 antes del embarazo”, señala la ANSES.
“Se eligió la harina de trigo como alimento a enriquecer por dos razones: es un ingrediente utilizado en muchos productos de consumo habitual (pan, galletas, etc.) y estos productos son económicamente accesibles para todas las mujeres a las que se dirige”, declaró Vincent Bitane, científico. coordinador de la pericia de la Anses, citado en la nota de prensa.
El folato en su estado natural se encuentra principalmente en las verduras, las frutas cítricas, los huevos y los quesos.
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