CBD, cannabis y THC: comprenda la diferencia: el cannabidiol (CBD), el segundo ingrediente activo más común del cannabis. A diferencia del THC (delta-9-tetrahidrocannabinol), el cannabidiol no tiene efectos psicoactivos y no induce riesgo de dependencia.
El aceite de CBD se deriva directamente del cáñamo, de la familia del cannabis sativa L, siendo la diferencia entre el cannabis y el cáñamo precisamente la concentración de THC de las dos variedades. Así, el cáñamo contiene menos del 0,2% de THC en extracto seco. Por lo tanto, el consumo de un extracto de cáñamo, como el aceite de CBD, no induce ningún efecto psicoactivo.
Sin embargo, algunos productos de CBD de amplio espectro pueden contener cantidades muy pequeñas de THC. Un estudio identificó pequeñas cantidades de THC en el 20% de las muestras de aceite de CBD analizadas.
A diferencia del THC o el cannabis, el CBD no puede unirse a los receptores del cerebro
que provocan el efecto psicoactivo. El CBD tiene una capacidad muy baja para combinarse con estos receptores por sí solo.
Aceite de CBD, datos bibliográficos: Las investigaciones hasta la fecha respaldan el uso de aceite de CBD para personas con epilepsia, especialmente
- para pacientes con síndrome de Lennox-Gastaut y síndrome de Dravet. Los científicos sugieren que el aceite de CBD ayuda a suprimir las convulsiones al ralentizar las señales enviadas al cerebro, reducir la inflamación y cambiar los niveles de calcio en las células cerebrales.
Más allá de eso, los estudios preclínicos documentan otros posibles usos del aceite de CBD, que incluyen:
- reducción de los síntomas de la osteoartritis;
- tratamiento del dolor;
- reduciendo la inflamación.
Sobre estos beneficios, los expertos sugieren que aún se necesita más investigación…
- También está documentado el manejo de la ansiedad y el trastorno de estrés postraumático (TEPT).
Por tanto, la literatura sugiere muchos beneficios comunes a los del cannabis, pero sin los efectos secundarios del THC.
Aceite de CBD, ¿la respuesta a la crisis de los opioides? Otro beneficio del aceite de CBD, en salud pública esta vezpodría ser la posible alternativa a las drogas opioides, tristemente conocidas hoy por sus efectos adictivos extremos. De hecho, el CBD parece ser capaz de combatir este efecto de adicción. Entonces, debido a su efecto inhibidor, el aceite de CBD podría incluso ayudar a controlar los desencadenantes cerebrales de los antojos y la ansiedad en personas que consumen heroína u otros opioides. Se han publicado datos preliminares sobre este efecto, que deben confirmarse, pero sugieren que el aceite de CBD podría ser una herramienta poderosa para ayudar a combatir los trastornos por uso de sustancias.
Todavía queda mucho por entender y aprender sobre el aceite de CBD: con una implicación, es importante antes de usar aceite de CBD, buscar el consejo de su médico. En particular para evitar determinadas posibles interacciones con otros tratamientos.
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