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Mientras las zonas libres de tabaco se amplían en Europa, en Toulouse, el Hospital Universitario ha tomado la iniciativa de desplegar “lugares libres de tabaco”. Después del hospital de Rangeuil en mayo, el sitio de Purpan se trasladará allí el 1 de enero de 2025.
¿Desaparecerán pronto los cigarrillos de las terrazas de los cafés, cerca de las escuelas o incluso cerca de las paradas de autobús? ¿Y con ellos las colillas contaminantes? Es muy posible. Mientras que en Irlanda, España y Hungría está totalmente prohibido fumar en lugares públicos cerrados, los ministros de Sanidad de los Estados europeos se pronunciaron a principios de diciembre a favor de ampliar las zonas libres de tabaco.
Una regla, con lugares de tolerancia
En Toulouse ya existe uno. Este es el hospital de Rangueil, donde está prohibido fumar desde el 31 de mayo. El 1 de enero será el turno del recinto de Purpan para convertirse en un “centro de salud libre de tabaco”.
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“En los establecimientos sanitarios, los lugares para fumar están prohibidos por ley desde 2006. Pero hay una gestión excepcional. En Rangueil, acabamos de instalar dos refugios para fumadores, espacios de tolerancia, que estarán señalizados y en los que tendremos carteles de prevención porque esto no ocurre de la noche a la mañana”, indica Sébastien Fleury, matrona y especialista en tabaco, líder de este proyecto en el Hospital Universitario de Toulouse. Sin embargo, todavía hay delincuentes, prueba de ello son las colillas encontradas frente a la entrada. Pero a falta de verbalización, el cuidador espera que los nuevos albergues alienten a todos a respetar el enfoque adoptado por el establecimiento de salud.
En Purpan, el proceso fue participativo y contó con 14 reuniones. El resultado fue la creación de 23 zonas de tolerancia, incluidas algunas en el hospital del Garona, que se crearán en las plazas de aparcamiento y estarán señalizadas también con señales en forma de libélulas. “Pero estos lugares sin tabaco son sólo la parte visible del iceberg. También hemos creado formación para los cuidadores y ofrecemos a los fumadores, mientras dure su hospitalización, sustitutos de la nicotina”, continúa el hospitalista.
Le seguirá el hospital de Larrey y luego el Hôtel-Dieu. Y quizás algún día lugares públicos gestionados por el municipio. Porque si por el momento no se ha hecho nada, Nicolas Misiak, responsable electo de estas cuestiones, confirma que está “estudiando la creación de zonas para no fumadores cerca de los establecimientos sanitarios, pero no sólo”.
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