La ingesta diaria de vitaminas no tiene ningún efecto beneficioso sobre la duración de la vida, según revela un nuevo estudio realizado a lo largo de veinte años. En algunos casos, el consumo de vitaminas incluso se asocia con un riesgo ligeramente mayor de muerte prematura.
Investigadores del Instituto Nacional del Cáncer de Maryland compararon la salud de 390.124 adultos estadounidenses durante un período de 20 años y el efecto de la ingesta de vitaminas en su longevidad. Sus resultados, publicados en el
confirman que las personas que toman vitaminas no viven más.
Por el contrario, las personas que consumían vitaminas a diario tenían un 4% más de riesgo de mortalidad que quienes no las tomaban.
Esta diferencia marginal puede deberse a las vitaminas u otros factores, como la tendencia a comenzar a tomar vitaminas después de un diagnóstico de una enfermedad grave.
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Estos resultados aún permiten a los investigadores afirmar que los complementos nutricionales no nos permiten vivir más.
Ninguno de los participantes elegidos para el estudio padecía una enfermedad de larga duración.
Según los últimos datos de Statistics Canada, que datan de 2015, el 45,6% de los canadienses había consumido suplementos nutricionales al menos una vez. Es en Quebec donde son los menos populares del país: el 33% de los adultos y el 22,1% de los niños y adolescentes los han consumido.
Útil para deficiencias específicas.
Las vitaminas serían bastante efectivas si se usaran de manera específica para abordar una deficiencia específica. Podemos pensar en personas que toman suplementos de vitamina D en países donde está oscuro en invierno o en vegetarianos o veganos que toman suplementos de vitamina B12.
Para vivir más tiempo, es mejor favorecer una dieta saludable que nos permita obtener todos los micronutrientes, macronutrientes y fibras que necesitamos, limitando al mismo tiempo las grasas saturadas y el colesterol, subraya el Dr. Neal Barnard en un post publicado junto con el estudio.
Con información de El Guardián
