El 1 de diciembre algunas personas celebran el primer domingo de Adviento. ¿Y si también hubiera otras cosas que celebrar? En este Día Mundial del SIDA y del VIH, aprovechemos para deshacer algunas creencias, hacer visibles las victorias contra el virus y resaltar las realidades actuales (al menos en nuestras regiones privilegiadas) de la vida con el VIH.
Porque vivir con VIH ya no significa renunciar a tu vida sexual y/o relacional.
Aunque sigue siendo un shock descubrir el estado serológico respecto del VIH y es perturbador imaginar que la vida depende de una pastilla, el panorama actual es tranquilizador. Con la triple terapia, el virus puede volverse indetectable e intransmisible, incluso durante las relaciones sexuales, reabriendo así horizontes de placer y tranquilidad.
Además, la calidad y la esperanza de vida se vuelven equivalentes a las de la población general, lo que permite planificar con anticipación, imaginar proyectos a largo plazo, experimentar una posible paternidad y una vida plena y rica sin la espada de Damocles que los podría haber sido la enfermedad. Adiós a la imaginación Filadelfia o a noches salvajes¡Hola a historias más actuales, donde la vida prima sobre el drama!
Historias inspiradoras para superar el estigma
Pero… ¿dónde encontrarlos? El sitio Positive Life ofrece testimonios inspiradores. Compartir el propio estatus sigue siendo un problema: el estigma y las creencias obsoletas persisten, lo que a veces conduce al rechazo y al aislamiento.
Afortunadamente, estas historias también muestran un lado positivo: el del amor, el apoyo y la bondad que la familia, los pares, los amigos y/o la pareja pueden ofrecer.
Porque vivir con VIH hoy es ante todo vivir. Es tener energía para hacer cosas. Es poder mantener tu cuerpo como un aliado. Para poder permitir, una vez pasado el shock y puesto el tratamiento, el deseo de volver – y los cuerpos de encontrarse, sin miedo a transmitir el virus. Aunque parezca que todo esto pende de un hilo –una pastilla–, las posibilidades están ahí. Por supuesto, el VIH no es la única ITS existente ni la más común, es mejor salir (o entrar en este caso) cubierto, cubierto -incluso bajo PrEP para personas VIH negativas- ¡cuando no conoces a las parejas!
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