Para detener el flagelo de los resfriados y otras infecciones invernales, la prevención comienza con algunos ajustes simples pero efectivos. Detalles con el epidemiólogo británico Tim Spector, en su cuenta de Instragram.
Plumíferos, calentitos jerséis de punto y gorros vuelven a nuestro armario, señal de que el invierno ya está aquí. Y los microbios que lo acompañan también. Para evitar volver a acabar este año bajo una montaña de tejidos, Tim Spector, profesor de epidemiología genética en el King’s College de Londres, repasa todos los alimentos que ayudan a “maximizar nuestro sistema inmunológico” y defendernos mejor de las dolencias invernales, en un vídeo publicado Sábado 23 de noviembre en su cuenta de Instagram.
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Evita los alimentos ultraprocesados
En los últimos años, las investigaciones han puesto de relieve el papel central de la microbiota, también llamada “segundo cerebro”, en nuestro estado de salud y bienestar. Así, para evitar su desequilibrio y todas las consecuencias nocivas que conlleva (aumento de peso, trastornos digestivos o del estado de ánimo, etc.), el epidemiólogo recomienda en primer lugar alejarse de los alimentos ultraprocesados, responsables del estrés oxidativo y de la inflamación del organismo. y recurrir en la medida de lo posible a preparaciones caseras.
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Plantas y color en el plato.
¿Qué poner en tu plato, más precisamente? Tim Spector recomienda dar un lugar destacado a las plantas y todas sus variedades. “Come 30 plantas diferentes por semana”, recomienda en el pie de foto de su cuenta de Instagram. Nuestra investigación con el “American Gut Project” (un proyecto de ciencia ciudadana sobre la microbiota, realizado en 2018 con 10.000 estadounidenses y británicos, nota del editor) demostró que cuanto mayor es la diversidad de plantas que comes, más diversa tiende a ser tu microbiota intestinal”. Por “plantas”, el epidemiólogo se refiere a los alimentos de origen vegetal pero no sólo a las frutas y verduras. Por ello, la especialista fomenta el consumo de cereales integrales, legumbres, semillas y oleaginosas, especias y hierbas aromáticas.
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Y si la idea de establecer un menú semanal con estos ingredientes te produce migrañas, el epidemiólogo tiene un consejo, además saludable. En lugar de centrarse en el nombre de las variedades, sugiere comer siguiendo un patrón de “arcoíris” y componer el plato con tantos colores como sea posible. “Las frutas y verduras obtienen sus colores brillantes de los polifenoles. Al variar estos colores, alimentas una variedad de bacterias diferentes que, a su vez, promueven tu salud”, escribe.
La fermentación, una aliada de la inmunidad
Otro alimento beneficioso para nuestro organismo son los productos fermentados. En efecto, cuando se fermenta un alimento por acción de bacterias, levaduras u hongos filamentosos, la degradación de moléculas como los azúcares también produce vitaminas, minerales y antioxidantes esenciales para nuestro organismo. Chucrut, pepinillos, yogur, aceitunas, queso… Tim Spector aconseja comerlos todos los días. “Se trata de probióticos naturales que aumentan la diversidad de nuestra microbiota”, subraya el epidemiólogo.
Sin embargo, antes de tragar un emplasto de chucrut es necesaria una recomendación, porque cuando se trata de la digestión de alimentos fermentados, todo es cuestión de tolerancia individual, explicó el profesor Didier Chos, presidente del Instituto Europeo de Dietética y Micronutrición (Iedem). en un artículo anterior. Recomendó probarlo de forma gradual, con uno a tres productos al día, desde lácteos fermentados ligeros, como los quesos tiernos cocidos (Emmental, Comté, Mimolette), hasta productos lactofermentados como la salsa de soja, el kimchi o la sopa de miso. Pepinillos de zanahoria o remolacha.
