Despertarse como una flor un lunes por la mañana es el sueño de casi todo el mundo. Para lograrlo, algunas personas no dudan en probar todas las técnicas posibles imaginables para dormir lo mejor posible. En TikTok, este deseo de pasar una noche perfecta se ha convertido incluso en un concepto de moda, en una tendencia: el “sleepmaxxing”.
Se acumulan decenas de vídeos que promueven métodos, a veces extremos, para conseguir la receta perfecta para un sueño reparador. Desde el “Sleepy Girl Mocktail” para beber antes de acostarse hasta el dilatador nasal para “perfeccionar” la respiración, los científicos están a punto de explotar ante este consejo probablemente inútil. En un artículo del Washington Post, el profesor Rafael Pelayo, del Departamento de Medicina del Sueño de la Universidad de Stanford (Estados Unidos), afirma que “cuanto más intentas mejorar tu sueño, más arruinas tus posibilidades de conseguirlo”. Dormir es renunciar al control”.
Y no es el único: la Academia Americana de Medicina del Sueño (Estados Unidos) recomienda que los adultos duerman al menos siete horas por noche para estar en buena forma. Quienes se toman esta información demasiado en serio corren el riesgo de convertirse en perfeccionistas del sueño y, en consecuencia, de dormir mal.
Finalmente, un estudio realizado por investigadores de la Universidad de Melbourne (Australia) indica que ser perfeccionista puede llevar no sólo a dormir mal, sino también a desarrollar insomnio crónico.
Una rutina sin alcohol ni pantallas
En el imaginario colectivo tendemos a pensar que un sueño perfecto se reduce a una noche larga, profunda e ininterrumpida. Sin embargo, Rafael Pelayo asegura que “es normal despertarse varias veces durante la noche. Nuestro cuerpo está programado para hacer esto, por seguridad”. Continúa explicando: “Si tan solo conociéramos el sueño profundo, eso es…
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