Otro accidente que hace avanzar la ciencia

Otro accidente que hace avanzar la ciencia
Otro accidente que hace avanzar la ciencia
-

Publicado en 17 de junio de 2024 a las 12:28 p.m.

Como suele ocurrir, un avance científico surgió mientras un biólogo estaba ocupado en una tarea benigna. Federica Bertocchini es investigadora del Centro Biológico Margarita Salas de Madrid. Apicultor aficionado, acaba de publicar los resultados de su investigación, inspirados en una larva que encontró mientras limpiaba colmenas. El estudio concluye que dos enzimas contenidas en la saliva de las larvas son capaces de disolver el plástico.

Mientras limpiaba las colmenas, Bertocchini notó que las células del interior habían sido invadidas por larvas de una polilla llamada Galleria mellonella. Les encanta la cera de abejas. Después de sacarlos, los colocó en una bolsa de plástico. Cuando recuperó la bolsa, notó que tenía agujeros en varios lugares. Luego se preguntó si las larvas serían las responsables de estas perforaciones. ¿Se habían comido el plástico o fue una reacción química? Al realizar pruebas de laboratorio descubrió que el polietileno que conforma la bolsa se había oxidado.

El descubrimiento es importante. Ya sabíamos que para degradar el polietileno es necesario inyectar moléculas de oxígeno en la cadena molecular, pero el proceso requiere una fuente de energía. Debemos calentar la cadena molecular para que el oxígeno pueda infiltrarse en ella lo que permitirá la biodegradación del polietileno. Cuando la cadena se rompe en pequeños trozos, es más fácil que sea metabolizada por microorganismos como bacterias u hongos microscópicos.

Gracias al trabajo del investigador, ahora podemos inyectar oxígeno en la cadena molecular del polietileno sin utilizar una fuente de energía, porque la reacción química se produce de forma natural en apenas unas horas a temperatura ambiente. El reciclaje químico descompone el polietileno a nivel molecular, a diferencia del reciclaje mecánico que se utiliza habitualmente. Este último tritura el plástico en pequeños trozos que luego se funde para fabricar nuevos objetos. Sin embargo, este proceso dificulta la elaboración de objetos de calidad.

Alrededor del 30% de los plásticos que se producen cada año son polímeros llamados polietileno. Se utilizan, entre otras cosas, para fabricar botellas de agua que se venden en todo el mundo. Es un polímero muy resistente y difícil de degradar. Según National Geographic, 5 billones de trozos de plástico ya flotan en nuestros océanos. La fauna acuática y terrestre consume plástico con regularidad. La descomposición de todo este plástico es fundamental si queremos mantener sano el ecosistema del planeta. Esta descomposición también tiene otra ventaja. Nos da acceso a una gran cantidad de carbono sin tener que excavar el suelo. Con este se pueden fabricar un sinfín de objetos que utilizamos a diario como ropa, zapatos, gafas o incluso bolsos. Producimos 460 millones de toneladas de plástico al año.

-

PREV Un mapa de zonas de riesgo en Francia.
NEXT Mosquito tigre: la ARS llama a actuar tras la colonización de nuevos municipios en Alto Loira