La Agencia Nacional de Seguridad de Medicamentos (ANSM) está considerando incluir estos tratamientos en una lista, debido al riesgo de efectos secundarios graves, aunque poco frecuentes. Una medida que impediría su libre venta en farmacias.
Ampliamente considerados peligrosos durante años, los principales tratamientos para el resfriado todavía se venden sin receta. A medida que se acerca el invierno, las autoridades sanitarias francesas se plantean poner fin por fin a esta paradoja.
“La entrega de estos medicamentos sin prescripción médica ya no parece adecuada”estimó el jueves, en un correo electrónico enviado a la AFP, la Agencia Nacional de Seguridad de los Medicamentos (ANSM). Dice que está considerando incluir estos tratamientos en una lista, una medida que entraría en vigor de inmediato y que efectivamente daría como resultado que ya no estuvieran disponibles sin receta en las farmacias.
Lo que todos estos medicamentos tienen en común es que contienen la molécula de pseudoefedrina. Los principales se llaman Actifed Rhume, Dolirhume, Humex Rhume, Nurofen Rhume y Rhinadvil Rhume.
Riesgos de accidente cerebrovascular y ataque cardíaco
Disponibles sin receta en forma de comprimidos, estos tratamientos, que también se venden en forma de spray nasal con receta médica, tienen como objetivo descongestionar y destapar la nariz. Por tanto, estos son los principales medicamentos utilizados contra los resfriados. Pero desde hace varios años son objeto de numerosas críticas, empezando por la propia ANSM, porque pueden provocar efectos secundarios graves como accidentes cerebrovasculares y ataques cardíacos.
La medida prevista por la agencia de medicamentos – difundida en las últimas semanas por títulos especializados como Diario del farmacéutico – es, por tanto, el último episodio de una larga serie que la ha visto endurecer progresivamente sus posiciones ante esta familia de tratamientos.
En 2023 desaconsejó explícitamente su uso por primera vez. Esta decisión había provocado, durante un tiempo, una caída en las ventas de tratamientos contra el resfriado.
Pero estos se están recuperando desde septiembre, situación que la ANSM considera especialmente preocupante. “antes de la temporada de invierno” y las enfermedades que lo acompañan.
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¿Por qué no prohibir estas drogas por completo? Las autoridades sanitarias francesas explican periódicamente que tienen las manos atadas por la normativa europea, que condiciona la retirada de una autorización al dictamen de la Agencia Europea de Medicamentos (EMA).
Farmacéuticos descontentos
Sin embargo, estimó el año pasado que los tratamientos contra el resfriado en cuestión no presentaban riesgos suficientes para prohibirlos, incluso si imponían nuevas contraindicaciones. Esta opinión se explica por el hecho de que los efectos secundarios graves siguen siendo muy raros. Unos pocos se reportan cada año y, en Francia, no se ha reportado ninguna muerte.
Por lo tanto, las autoridades europeas y francesas no están de acuerdo, estas últimas consideran que el riesgo, incluso mínimo, es inaceptable dado el carácter benigno de la enfermedad que se trata: un simple resfriado. “Demasiados pacientes siguen expuestos a riesgos graves en comparación con los modestos beneficios de estos medicamentos”juzga la ANSM. Esta posición coincide con la de las principales sociedades científicas francesas (otorrinolaringólogos, médicos generales, farmacéuticos) que se oponen al uso de estos medicamentos.
Por otro lado, se corre el riesgo de ofender a los farmacéuticos, muchos de cuyos representantes creen que tal restricción reduce injustamente la gama de medicamentos que deben ofrecer a sus clientes para los resfriados, en un contexto marcado por las dificultades recurrentes para obtener citas médicas. “Se nos hará complicado responder a los problemas de los pacientes, la gente ya no tendrá médico y ya no podremos aconsejar nada”estimaciones, en el Diario del farmacéuticoBéatrice Clairaz-Mahiou, copresidenta de la Sociedad Francófona de Ciencias Farmacéuticas (SFSPO).
Pero, para otros observadores, las autoridades sanitarias, por el contrario, ya han tardado demasiado en reaccionar. “Los cuidadores tienen mejores cosas que hacer que dedicar tiempo a aconsejar a los pacientes contra un medicamento que debería retirarse del mercado”estimó a principios de año la revisión independiente Prescribirviendo en la decisión europea una “oportunidad perdida (para) proteger a los pacientes”.