“Cuando la trabajadora social de mi empresa me sugirió que me pusiera en contacto con la sección “Cáncer y trabajo: actuar juntos”, me resistí.recuerda Marina Peron, auditora de calidad de Sanofi, en Vitry-sur-Seine (Val-de-Marne). Era el año 2018. Acababa de regresar al trabajo después de un año de baja por cáncer de mama, y solo pensaba en una cosa: reinvertir en mi puesto, como si nunca hubiera pasado nada. Me negué a admitir que las secuelas de los tratamientos estuvieran afectando mi capacidad para trabajar y no quería hablar de mi vida personal. En mi departamento casi nadie sabía de mis problemas de salud. »
Sin embargo, la cuarentona se puso en contacto con Hélène Bonnet, investigadora de biología en Sanofi y cofundadora de estos espacios de escucha gestionados internamente por empleados que han pasado por la enfermedad. « Hélène comprendió inmediatamente lo que necesitaba, porque ella también sufrió un cáncer.confía Marina Perón. Inició un diálogo con mis superiores para aligerar mi carga de trabajo. Durante cuatro años, Hélène me escuchó y me aconsejó cuando tenía dudas e inquietudes, y me permitió aguantar. »
Marina Perón no es la única que ha solicitado una de las veinticinco sucursales “Cáncer y trabajo: actuar juntos” de Sanofi. Lanzado en 2017 por varios colegas afectados por la enfermedad, este programa se desarrolló en sitios de Francia. Se han beneficiado más de 400 empleados afectados por el cáncer (personalmente, por un ser querido o por un colega). La red interna está formada por médicos, enfermeras, trabajadores sociales y compañeros ayudantes. Estos últimos han experimentado la enfermedad y están formados en asesoramiento. Desarrollado en Estados Unidos a principios del siglo XX.mi siglo, este conjunto de prácticas incluye, entre otras, la escucha activa y el apoyo psicológico.
“La salud se construye colectivamente”
“Nuestros setenta y tres compañeros de trabajo ponen su experiencia y conocimientos al servicio de los empleados para que puedan compatibilizar trabajo y cuidados.explica Hélène Bonnet. No se trata de decirle a la persona: “come bien”, “duerme bien” o “sé valiente”. El principio es iniciar un diálogo que le permita recuperar un “poder de acción”, discutir con los interlocutores internos adecuados y aprovechar sistemas existentes que, a primera vista, tal vez no le parecían deseables. difíciles de prever, como la organización de su tiempo de trabajo –horarios flexibles o teletrabajo– o una reducción temporal de su carga de trabajo. El objetivo es que esta persona pueda seguir proyectándose en la empresa. »
Te queda el 65,11% de este artículo por leer. El resto está reservado para suscriptores.
Health