Quien dice bacterias patógenas, suele decir vacunación preventiva. “Hasta ahora, los ensayos de vacunación para gallinas reproductoras o comerciales han sido un total fracaso”resume Claudio Chimienti. Queda el tratamiento antibiótico, siempre que se realice en el momento adecuado con un principio activo autorizado. El tratamiento disponible actualmente no es del todo satisfactorio. Administrado tarde, dada la progresión de la enfermedad, el antibiótico no cura a los cojos que siguen sufriendo. Pueden ocurrir recaídas y E. de los ciegos puede reaparecer en el próximo lote. Se mencionan dos causas: persistencia en un reservorio cercano (¿roedores? ¿insectos? ¿basura? ¿polvo? ¿equipo?) o eliminación incompleta del germen en el ganado tratado.
Reducir el riesgo de desencadenar
A falta de métodos de diagnóstico suficientemente precoces y de tratamientos antibióticos preventivos legales, los criadores apuestan por mitigar los factores de riesgo en tres niveles.
Se trata, en primer lugar, de reducir la presencia de bacterias en el lugar de reproducción.. Las medidas generales de bioseguridad, el refuerzo de los procedimientos de limpieza y desinfección y el control de la calidad del agua son palancas que deben combinarse para evitar la persistencia deE. de los ciegos y su paso por los polluelos.
El segundo nivel de intervención se refiere a todo lo que puede permitirevitar el desequilibrio digestivo y el paso de bacterias a la sangre. Lo que implica mejorar la asimilación y la calidad de los alimentos (digestibilidad, minerales, vitaminas, aditivos nutricionales), proteger el intestino actuando en particular sobre la flora digestiva (probióticos, anticoccidiales, acidificación del agua) y proporcionar el máximo confort al polluelo. (minimizar los golpes de frío y calor, ajustar el equipo).
La tercera palanca de prevención se centra en el esqueleto en limitar el debilitamiento óseo quien hace la camaE. de los ciegos. La práctica temprana de 8 horas diarias continuas de extinción de luz facilita la regulación alimentaria y la asimilación de minerales.
Es importante seguir el peso a los 10 días, según el veterinario Claudio Chimienti. Por encima del nivel deseable, es posible que el polluelo ya se encuentre en una situación de salud desfavorable. A continuación, el criador puede verse tentado a estimular el consumo de alimentos, lo que corre el riesgo de aumentar los riesgos.
A esto se suman los suplementos minerales (calcio y fósforo) que cubren las necesidades y los aumentos de vitamina D3 orgánica disponible que estimularán la utilización de minerales por parte del organismo.