La aterectomía orbitaria no funciona mejor que la angioplastia con balón convencional en la preparación de las lesiones antes de la implantación de un stent activo en arterias gravemente calcificadas, según muestra un estudio aleatorizado presentado el martes en la conferencia Transcatheter Cardiovascular Therapeutics (TCT) en Washington.
La aterectomía orbitaria es una técnica reciente para preparar lesiones calcificadas antes de la implantación de un stent. Ha demostrado su seguridad y eficacia en los ensayos ORBIT I y II. Sin embargo, queda por determinar si esta estrategia mejora los resultados clínicos en comparación con la angioplastia con balón convencional antes de la colocación activa del stent, recuerda en su presentación de diapositivas Ajay Kirtane del Centro Médico Irving New York-Presbyterian/Columbia University en Nueva York.
En el ensayo ECLIPSE, 2.005 pacientes con lesiones gravemente calcificadas, en 104 centros de EE. UU., fueron asignados al azar entre dos estrategias de preparación de lesiones: aterectomía orbitaria y angioplastia convencional con balón, antes de recibir una generación activa de stent en la segunda etapa. Se excluyeron de este estudio las lesiones extremadamente calcificadas, consideradas imposibles de atravesar o dilatar con balón. El criterio de valoración principal de las imágenes, medir la expansión mínima del stent en el sitio de máxima calcificación, fue similar en ambos grupos. La tasa de fracaso del vaso diana al año fue del 11,5% con aterectomía orbitaria frente al 10,0% con angioplastia con balón sola. La diferencia no fue estadísticamente significativa. No hubo diferencias entre los dos grupos con respecto a los eventos clínicos al año, ya sea muerte, infarto, revascularización guiada por isquemia o trombosis del stent.
A los 30 días, sin embargo, hubo una diferencia significativa, a favor de la angioplastia convencional, en cuanto a las muertes por causas cardíacas (0,3% frente a 1,0%). Entre las 8 muertes cardíacas en el grupo de aterectomía orbitaria, 2 se consideraron relacionadas con el dispositivo, otras 2 posiblemente relacionadas con el dispositivo y 4 no relacionadas con el dispositivo.
“El uso rutinario de aterectomía orbitaria no mejoró la expansión del stent ni redujo las fallas del vaso objetivo al año en comparación con la angioplastia con balón convencional para la preparación de lesiones coronarias severamente calcificadas antes de la colocación de un stent activo”.resume el investigador. “Se puede lograr una expansión suficiente del stent y tasas bajas de eventos adversos con la angioplastia con balón convencional en una proporción significativa de lesiones gravemente calcificadas, si se presta una atención meticulosa (con imágenes intravasculares) a la preparación de la lesión”. concluye, enfatizando que los ensayos controlados aleatorios son esenciales para informar las estrategias terapéuticas en esta área.
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