Las enfermedades cardiovasculares son la causa de cuatro de cada diez muertes en Europa, es decir, 10.000 muertes al día y 4 millones al año, informó el miércoles la Organización Mundial de la Salud (OMS), instando a los europeos a comer menos sal.
“La implementación de políticas específicas para reducir el consumo de sal en un 25% podría salvar alrededor de 900.000 vidas por enfermedades cardiovasculares de aquí a 2030”, afirmó Hans Kluge, director regional de la OMS para Europa citado en un comunicado.
En el Viejo Continente, uno de cada tres adultos entre 30 y 79 años sufre hipertensión, y muchas veces se debe a su consumo de sal.
Cincuenta y uno de los 53 países de la región tienen un consumo diario promedio de sal superior al nivel máximo recomendado por la OMS de cinco gramos (una cucharadita), debido principalmente a los alimentos procesados y los refrigerios.
“El consumo elevado de sal aumenta la presión arterial, que es uno de los principales factores de riesgo de enfermedades cardiovasculares como ataques cardíacos y accidentes cerebrovasculares”, afirmó la OMS.
Europa tiene la prevalencia de presión arterial más alta del mundo.
Según la organización, los hombres en la región, que se extiende hasta Asia Central, tienen más del doble de riesgo de morir por enfermedades cardiovasculares que las mujeres.
Además, la brecha también es geográfica: la probabilidad de morir joven (entre 30 y 69 años) por una enfermedad de este tipo es casi cinco veces mayor en Europa del Este y Asia Central que en Europa Occidental.
