un vínculo demostrado entre los grupos no O y la enfermedad cardíaca

un vínculo demostrado entre los grupos no O y la enfermedad cardíaca
un vínculo demostrado entre los grupos no O y la enfermedad cardíaca
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Investigaciones recientes revelan que el tipo de sangre juega un papel clave en la predisposición a las enfermedades cardiovasculares (ECV), particularmente los tipos de sangre no O (A, B y AB), que tienen un mayor riesgo de enfermedades cardíacas y accidentes cerebrovasculares (ACV). Comprender las particularidades de cada grupo puede ayudar a anticipar riesgos y adaptar hábitos de vida protectores.

¿Cómo afecta el tipo de sangre a la salud cardiovascular?

El tipo de sangre está determinado por la presencia de proteínas o antígenos en la superficie de los glóbulos rojos, que influyen en la respuesta inmune y el proceso de coagulación. Un estudio publicado en Informes Científicos demostró que los grupos sanguíneos A, B y AB están asociados con un mayor riesgo de aterosclerosis, un endurecimiento de las arterias que causa infarto de miocardio y síndrome coronario agudo. Según los investigadores, estos antígenos pueden alterar la coagulación sanguínea y aumentar la inflamación, creando un caldo de cultivo para las enfermedades cardiovasculares.

Estudios y estadísticas: mayor riesgo para los grupos no-O

las obras de Universidad de Harvardque abarca dos décadas y en el que participaron más de 80.000 participantes, descubrió que las personas de los grupos A, B y AB tienen riesgos significativamente mayores de desarrollar enfermedad coronaria. En comparación con el grupo O:

  • Las personas del grupo A tienen un 6% más de riesgo,
  • Los del grupo B tienen un 15% más de riesgo,
  • Los del grupo AB ven aumentar su riesgo en un 23%.

Estos resultados se mantuvieron consistentes incluso cuando se tuvieron en cuenta otros factores de riesgo conocidos. Un estudio complementario presentado durante el IV Congreso Mundial sobre Insuficiencia Cardíaca También demostró que los grupos no-O tienen un 9% más de probabilidad de sufrir un ataque cardíaco, lo que confirma una tendencia global.

Vínculo entre el tipo de sangre y el riesgo de sufrir un accidente cerebrovascular

Un metaanálisis publicado en la revista Neurología en 2022, en el que participaron más de 16.000 pacientes con accidente cerebrovascular, se descubrió que el grupo sanguíneo A se asocia con un mayor riesgo de accidente cerebrovascular temprano (antes de los 60 años), mientras que el grupo O parece ofrecer cierta protección contra estos incidentes. Esto confirma que los grupos sanguíneos pueden influir no sólo en la enfermedad coronaria, sino también en otras patologías vasculares como el ictus.

Las personas con diabetes tipo 1 y microalbuminuria (precursora de la nefropatía diabética) también muestran una mayor susceptibilidad a sufrir enfermedades cardiovasculares si pertenecen a los grupos A, B o AB. Según un estudio de Diabetología cardiovascular Realizado en más de 4.000 pacientes, los grupos no-O aumentan el riesgo de cardiopatía isquémica en un 81% en comparación con los individuos del grupo O. Este riesgo alcanza incluso el 94% para los pacientes del grupo A.

Prevención cardiovascular: consejos para reducir riesgos

Para todos los grupos sanguíneos, las medidas preventivas ayudan a limitar los riesgos cardiovasculares, especialmente en personas de los grupos A, B y AB, que son más vulnerables. Asociación Americana del Corazón recomienda los siguientes hábitos para mantener la salud del corazón:

  1. dejar de fumar : Fumar duplica el riesgo de enfermedades cardiovasculares, incluidas insuficiencia cardíaca y accidentes cerebrovasculares.
  2. Adoptar una dieta saludable : una dieta rica en fibra, frutas, verduras y baja en grasas saturadas ayuda a reducir la presión arterial, el colesterol y los niveles de azúcar.
  3. Controlar la presión arterial : trate de mantener una presión arterial por debajo de 120/80 mm Hg mediante una dieta baja en sal, actividad física regular y tratamientos si es necesario.
  4. Practicar actividad física : 150 minutos de caminata moderada a la semana son suficientes para reducir los riesgos cardiovasculares.
  5. Mantener un peso saludable : El exceso de peso aumenta el riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares. Incluso una pérdida de peso modesta puede tener efectos beneficiosos.
  6. Manejo de la diabetes : los controles periódicos, una dieta equilibrada y el ejercicio son fundamentales para prevenir las complicaciones cardiovasculares relacionadas con la diabetes.
  7. Duerme lo suficiente : Se recomienda dormir de 7 a 9 horas por noche para evitar desequilibrios hormonales y estrés, perjudiciales para el corazón.
  8. Reducir el estrés : practicar la meditación, hacer ejercicio y pasar tiempo con los seres queridos son formas eficaces de reducir el estrés.
  9. Limitar el consumo de alcohol : El consumo moderado de alcohol reduce el riesgo de accidente cerebrovascular e insuficiencia cardíaca.

Los descubrimientos científicos subrayan la importancia de conocer el tipo de sangre para adaptar los hábitos de vida y prevenir riesgos cardiovasculares. Aunque todo el mundo puede beneficiarse de un estilo de vida saludable, los individuos de los grupos A, B y AB deben prestar especial atención a los factores de riesgo cardiovascular. Comprender las predisposiciones genéticas, combinadas con un estilo de vida adaptado, representa la mejor defensa para preservar la salud del corazón a largo plazo.

Crédito de la foto: DR.
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