Un nuevo estudio realizado por la Universidad de Viena, Austria, podría convencerle de que deje el salero a la hora de comer.
Este análisis, realizado en el Reino Unido por un equipo de especialistas en nutrición del Centro de Salud Pública de la escuela, muestra que las personas que añadían sal a la mayoría de sus comidas tenían un 41% más de posibilidades de desarrollar cáncer de estómago que aquellas que utilizaban el condimento. escasamente.
Para llegar a esta conclusión, los científicos observaron los datos médicos de 471.144 adultos del Biobanco del Reino Unido.
Varios estudios asiáticos han podido establecer un vínculo entre una dieta salada y el cáncer de estómago. El que acaba de revelarse es el primero que concierne a los occidentales.
Muchos investigadores se han centrado en el impacto del exceso de sal en la salud. Algunos han podido demostrar que influye en la erosión de la capa protectora presente en el estómago, lo que daña los tejidos y conduce al aumento de mutaciones cancerosas.
“Esperamos que nuestros resultados creen conciencia sobre los riesgos asociados al consumo excesivo de sal y proporcionen las herramientas necesarias para limitar la propagación del cáncer de estómago”, subrayó el profesor Tilman Kühn, uno de los investigadores que participó en el estudio.
