Un estudio publicado en el sitio web “Scientific Reports” analizó 180 sabores diferentes de cigarrillos electrónicos o vapeadores mediante un análisis realizado por IA. Los resultados son alarmantes ya que los investigadores estiman que los vapores producidos contienen decenas de sustancias peligrosas y tóxicas.
Estudios anteriores ya habían revelado que los aerosoles inhalados –tras calentar el líquido aromatizado contenido en los cigarrillos electrónicos– conducían a la formación de compuestos peligrosos, conocidos como carbonilos. Estos pueden provocar, en particular, enfermedades pulmonares obstructivas crónicas, enfermedades cardiovasculares o cánceres.
Objetivo de generación libre de tabaco: hacia la prohibición de los cigarrillos electrónicos desechables a partir del próximo año
Esta vez los investigadores analizaron los sabores de estos cigarrillos electrónicos. Tomados uno por uno, el análisis de cada aroma podría llevar varios años. Por eso los investigadores analizaron 180 gustos diferentes utilizando IA. Sobre esta base, predijeron que los vapores de los cigarrillos electrónicos producirían “127 sustancias químicas tóxicas agudas”, “153 sustancias peligrosas para la salud” y “225 sustancias irritantes”.
Cada sabor pasado por el análisis de IA contenía al menos un producto peligroso para la salud.
Extremadamente popular entre los jóvenes de 15 a 25 años, el cigarrillo electrónico con sabor aromatizado es el objetivo de las autoridades. Como informa Laatste Nieuws, los cigarrillos electrónicos desechables estarán prohibidos en Bélgica a partir del 1 de enero de 2025, mientras que en nuestro país ya está prohibida la venta de cigarrillos con pequeñas luces u otros dispositivos.
Pero para Donal O’Shea, autor principal del estudio, eso no es suficiente. Según él, estos cigarrillos electrónicos constituyen un riesgo importante para la salud pública: “Es posible que estemos en vísperas de una nueva ola de enfermedades crónicas que aparecerán dentro de 15 a 20 años debido a estas exposiciones”.
“Es alarmante el consumo de alcohol y cigarrillos electrónicos entre jóvenes de 11 a 15 años”
