Benedicto Mauvieux, cronobiólogo y profesor de la Universidad de Caen, ofrece algunos consejos para mejorar la calidad de nuestras noches.
1/ Conoce tus necesidades
Identifique si tiene el sueño ligero o pesado, anote su horario de sueño y trate de despertarse sintiéndose bien. Recuerde, es su hora habitual de despertarse, tanto entre semana como los fines de semana, la que determinará su hora de acostarse. No al revés.
2/ Escucha tus sentimientos
Acuéstate ante los primeros signos de sueño, como bostezos o párpados pesados. Pero tenga cuidado de estar despierto entre 16 y 17 horas después de levantarse y no tomar una siesta después de las 3 p.m.
3/ Tener una habitación dedicada a dormir
Reserva tu dormitorio exclusivamente para el descanso, manteniéndolo tranquilo, fresco y oscuro para favorecer el sueño. Tu dormitorio, y menos aún tu cama, no debe equipararse a tu oficina.
4/ Prepara tu sueño
Evitar comidas copiosas antes de acostarse, limitar pantallas y actividades estimulantes antes de acostarse y establecer rituales relajantes (el estrés genera cortisol, inhibiendo el sueño).
“Si sigue estos sencillos pero eficaces consejos, podrá mejorar significativamente la calidad de su sueño y promover noches más tranquilas”. concluye Benoît Malo.
Como reveló recientemente la encuesta INSV/Fondation Vinci Autoroutes realizada por OpinionWay, los franceses duermen una media de 6h42 durante la semana (frente a las 6h57 en 2019), y 7h25 durante el fin de semana o los días festivos (frente a las 8h14 en 2019).
Por eso, las noches de domingo a jueves son demasiado cortas para muchos de nosotros. “Por norma general se deben dormir unas 7 u 8 horas por noche, pero realmente depende de las necesidades de cada persona. Algunas personas viven muy bien con sólo 5 horas de sueño mientras que otras requieren 10, aunque estos extremos son raros”, explica la psicoterapeuta especialista en sueño Caroline Joutotte.
“Memoria y aprendizaje, metabolismo, inmunidad… aunque todavía hay que confirmar muchas hipótesis y sin duda se formularán otras, está perfectamente demostrado que el sueño es crucial para muchas funciones biológicas”. también indica Inserm.