Enojarse, aunque sea por unos minutos, puede afectar la función de los vasos sanguíneos

Enojarse, aunque sea por unos minutos, puede afectar la función de los vasos sanguíneos
Enojarse, aunque sea por unos minutos, puede afectar la función de los vasos sanguíneos
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Los períodos breves de ira pueden dañar los vasos sanguíneos. Un estudio reciente publicado en el Journal of the American Heart Association cuestiona el impacto del fenómeno en el riesgo de enfermedades cardíacas y accidentes cerebrovasculares.

Enfadados, alegres, impulsivos o tranquilos por naturaleza, todos cedemos a veces a los nervios. Este coche que va a toda velocidad, este tren que seguramente no llegará hasta mañana, esas llaves perdidas o incluso este café derramado, son muchos los acontecimientos que pueden irritarnos durante el día. Y si bien es cierto que estas breves rabietas pueden arruinarte el día, ¿sabías que también pueden perjudicar el funcionamiento de tus vasos sanguíneos?

Según un estudio publicado el 1 de mayo de 2024 en el Revista de la Asociación Estadounidense del Corazón, Un breve episodio de ira puede afectar negativamente la capacidad de los vasos sanguíneos para relajarse y aumentar el riesgo de enfermedades cardíacas y accidentes cerebrovasculares.

Las implicaciones de las funciones vasculares disfuncionales.

Investigaciones anteriores han demostrado que la capacidad de los vasos sanguíneos para relajarse y, en última instancia, la función vascular, está alterada”.está relacionado con un mayor riesgo de ataque cardíaco y accidente cerebrovascular“, explica en un comunicado el autor principal del estudio, el Dr. Daichi Shimbo, profesor de medicina en el Centro Médico Irving de la Universidad de Columbia en Nueva York.

Todo sucede a nivel de las células endoteliales vasculares, que recubren la pared interna de los vasos sanguíneos en contacto con la sangre y forman el endotelio. Desempeñan un papel esencial en el mantenimiento del tono vascular y la integridad de los vasos sanguíneos.

Pero cuando el endotelio pierde su capacidad de relajarse, aumenta el riesgo de desarrollar aterosclerosis. Esta enfermedad hace que las arterias se engrosen gradualmente y se bloqueen debido a la acumulación de placas ateroscleróticas. La rotura de una de estas placas suele ser la causa de afecciones cardiovasculares como infartos, ictus o aneurismas. Por tanto, es fundamental identificar los desencadenantes que inician las vías que contribuyen a la aterosclerosis.[…]

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