Estos ácidos grasos en cuestión, omega-3 y omega-6, son, sin embargo, componentes dietéticos esenciales necesarios para el crecimiento celular y la estructura de las membranas. También se cree que brindan muchos beneficios para la salud, incluida una mejora de la memoria y la cognición, así como una reducción de la inflamación y los niveles de colesterol malo. Debido a estos beneficios, muchas veces es aconsejable respetar una ingesta regular de alimentos ricos en estos ácidos grasos –como los aceites vegetales y los pescados grasos–. Además, muchos de estos ácidos grasos, como el ácido docosahexaenoico, DHA y el ácido araquidónico, ARA, así como el aceite de pescado o incluso combinaciones de diferentes tipos de ácidos grasos, se pueden tomar en forma de suplementos.
El autor principal, Dmitry Kurouski, profesor de bioquímica y biofísica en Texas A&M, señala que por estas razones estas grasas generalmente se consideran buenas o saludables, pero añade: “Sin embargo, estos ácidos grasos poliinsaturados pueden tener un efecto muy inesperado cuando interactúan con insulina. Y esto es cierto no sólo para uno o dos de estos ácidos grasos, sino para la mayoría de ellos”.
La insulina es una proteína importante para el metabolismo humano y la deficiencia en la producción o función de la insulina conduce a la diabetes. Investigaciones anteriores ya han sugerido que ciertos ácidos grasos aceleran la agregación de insulina. Esto es un problema porque
La agregación o agrupación de proteínas en el cuerpo está relacionada con una variedad de enfermedades neurodegenerativas.
El estudio descifra así esta interacción de la insulina con los ácidos grasos y prueba las interacciones entre la insulina y una amplia gama de ácidos grasos. Estas combinaciones se están probando en una solución que imita las condiciones de los pacientes con amiloidosis derivada de la insulina, una afección poco común pero grave que ocurre en personas con diabetes tipo 1 cuando las inyecciones repetidas de insulina provocan una acumulación de insulina en la piel. Análisis del impacto de 10 ácidos grasos diferentes en la agregación precisa de insulina
El papel de los lípidos en la neurodegeneración:
- todos los ácidos grasos aceleran significativamente la agregación;
- en modelos animales, los agregados de insulina en las células cerebrales en presencia de ácidos grasos son más tóxicos que los agregados de insulina formados en una solución sin grasa;
- La insulina se vuelve muy rígida, forma grumos en forma de bastones, que penetran en las células y causan mucho daño debido a su rigidez.
¿Implicaciones nutricionales? Los investigadores no recomiendan en absoluto eliminar estos ácidos grasos esenciales de la dieta, pero piden que se continúen investigando:
“La nutrición es compleja y no debemos considerar nada como blanco o negro, universalmente saludable o no saludable”.
Estas primeras conclusiones exigen aclarar la dosis de ácidos grasos, ya que una cantidad demasiado elevada puede favorecer la agregación de insulina y constituir un factor de riesgo de enfermedades neurodegenerativas.
Se trata, por tanto, de dilucidar las interacciones moleculares entre estas proteínas y estas grasas para comprender mejor la neurodegeneración, desarrollar tratamientos capaces de degradar estos agregados tóxicos y, si es posible revertir estas enfermedades actualmente incurables.
A corto plazo, limitar el exceso de grasa. Aquí es donde la nutrición de precisión resulta útil.
