La calidad del aire influye en la resistencia humana al polen. Cuanta más contaminación hay, más alergias hay.
De hecho, cuando respiramos aire contaminado, reducimos la calidad de nuestras mucosas respiratorias. Por tanto, se vuelven más frágiles.
La única solución para combatir esta contaminación del aire que afecta a nuestras capacidades respiratorias sería utilizar mascarillas especiales.
Claudie Mouton es médica hospitalaria especializada en alergología de medicina interna en el Hospital Universitario de Nancy. Y ella nos iluminó sobre el tema.
Dos tipos de contaminación
Hay dos tipos de contaminantes. Primero, los contaminantes externos. Son aquellos vinculados a la actividad humana.
“ Hoy en día, se trata principalmente de contaminación automovilística. La contaminación procedente de las fábricas está menos presente. Antes había contaminación por minas en nuestra región, que ya no existen.. […] Esta contaminación automovilística es extremadamente dañina por dos razones. Es muy tóxico para las mucosas respiratorias y debilita nuestras infecciones secundarias.“, explica Claudie Mouton.
Y también hay contaminantes interiores.
“ Nancy está en un cuenco.“
Nuestra región está más contaminada que otras. “ Nancy está en un cuenco.“, especifica Claudie Mouton, “ Cuando el aire no circula, como en Grenoble y en algunas montañas, se produce una contaminación considerable.“.
En Estrasburgo, situada entre la Selva Negra y los Vosgos, esta misma cuenca está presente y provoca niveles de contaminación muy elevados. En otras palabras, cuanto más aire queda atrapado, más contaminación hay.
Caminar por el bosque para tomar aire fresco no es necesariamente la solución adecuada. “ Si el fin de semana vas a la Selva Negra a tomar aire fresco, los contaminantes se desplazan en función del viento. Es posible que inhale incluso más contaminantes que en el centro de Estrasburgo, dependiendo del clima y la dirección del viento.“, desarrolla el médico hospitalario especializado en alergología de medicina interna del CHRU de Nancy.
“ Desde hace 40 años sabemos que la contaminación afecta a las personas con alergias“
Los científicos japoneses realizaron un estudio en la década de 1980. Expusieron al grupo A al polen sin contaminación. Y expusieron al grupo B al polen y a los contaminantes. El grupo B (expuesto a pólenes y contaminantes) desarrolló muchas más alergias que el grupo A, que había estado expuesto únicamente al pólenes.
“ Gracias a este estudio, desde hace 40 años sabemos que la contaminación afecta a las personas con alergias. El efecto sensibilizante es mayor con contaminantes.“, especifica Claudie Mouton. De hecho, las partículas finas alterarán el grano de polen y lo volverán más agresivo para las mucosas.
Hoy en día, el 30% de la población es alérgica al polen. En 2050, los especialistas creen que será del 50%, frente a sólo el 3,8% en 1968.
