Higiene personal: entendiendo los diferentes tipos de flujo vaginal

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Lejos de ser un tema tabú, las secreciones vaginales son una parte integral de la vida de las mujeres. Pero ante la diversidad de colores, texturas, olores y épocas, es fácil perderse en conjeturas. ¿Es esta una secreción normal o un signo de una infección que requiere atención médica? Ya sea durante tu período o fuera de este período, como durante el manchado, descubre aquí toda la información que necesitas.

Secreciones periódicas: las reglas

La menstruación ocurre al final del ciclo menstrual, aproximadamente de 10 a 16 días después de la ovulación, cuando el endometrio se desprende en ausencia de fertilización. Este desprendimiento produce un sangrado vaginal que suele durar de tres a siete días, aunque la duración puede variar de una mujer a otra.

Durante este tiempo, el útero se contrae para expulsar la sangre y el tejido endometrial, lo que en ocasiones puede provocar calambres abdominales. La regla también puede ir acompañada de síntomas como dolores de cabeza, cansancio, cambios de humor, etc.

La menstruación es un proceso natural y saludable, aunque en ocasiones incómodo. Los ciclos menstruales regulares y el sangrado menstrual normal suelen ser signos de un sistema reproductivo que funciona bien. Además, el final del período menstrual marca el inicio de un nuevo ciclo, con la preparación del útero para un posible nuevo óvulo fecundado.

Sangrado intermenstrual: manchado

El sangrado intermenstrual ocurre fuera de los períodos habituales de menstruación. Aunque generalmente se consideran inofensivos, a veces pueden indicar problemas de salud subyacentes. Al comprender las diferencias entre manchado y período, podrá comprender mejor este sangrado específico y determinar si es normal o potencialmente problemático.

De hecho, el manchado es un sangrado leve que se produce en diferentes momentos del ciclo menstrual, a menudo distintos del período real. A veces este sangrado ni siquiera proviene del interior del útero, sino del cuello uterino. Desde un punto de vista fisiológico, el manchado se diferencia de la menstruación.

Por ejemplo, si los períodos comienzan con tres días de sangrado antes de volverse más abundantes, se considera que el inicio de los períodos es cuando el sangrado se vuelve más intenso. Los pequeños rastros de manchas pertenecen en realidad al ciclo anterior.

En otras palabras, estás en la fase postovulatoria del ciclo, pero aún no en la siguiente etapa que marca el inicio de un nuevo ciclo. El sangrado intermenstrual puede ser normal o anormal según las circunstancias.

Manchado normal

El manchado normal no presenta ningún riesgo patológico. Generalmente, son reacciones normales del funcionamiento de tu tracto genital.

El fin de los periodos

El flujo menstrual es generalmente abundante entre las doce y veinticuatro horas y disminuye gradualmente hasta el final. Durante las últimas horas (especialmente los dos últimos días), es posible notar pequeños rastros de sangre. En este caso, el supuesto manchado es normal ya que determina el final del periodo. Por otro lado, cuando el sangrado pequeño continúa 4 a 5 días después del tiempo normal para que el sangrado se detenga, puede ser causado por una patología.

Sangrado por aumento de estrógeno

El sangrado repentino de estrógeno puede ocurrir entre una semana y quince días después de su período, dura uno o dos días y en pequeñas cantidades. Este sangrado suele ser de color rosado porque está mezclado con moco cervical. Son menos preocupantes porque están relacionados con un rápido aumento de los niveles de estrógeno, a menudo alrededor de la ovulación. Aunque es poco común, su recurrencia debe ser controlada por un profesional de la salud.

Sangrado de implantación

El sangrado de implantación es un manchado que ocurre cuando un embrión se implanta en el endometrio. Esta situación no es sistemática. De hecho, no notarás el manchado cada vez que decidas quedar embarazada (es decir, el embrión se implanta en el revestimiento del útero). Estos pequeños sangrados aparecen entre una semana y diez días después de la ovulación y generalmente duran entre uno y dos días.

Otros factores, como la menopausia y el uso de un DIU de cobre, pueden ser responsables del manchado. Sin embargo, es importante centrarse en las causas alarmantes.

Manchas anormales


El sangrado intermenstrual anormal es causado por patologías. Lamentablemente, y esta es la dificultad, varias enfermedades pueden provocar estos problemas. Podría ser :

  • un ectropión;
  • de un pólipo;
  • un fibroma;
  • un tumor;
  • endometriosis o adenomiosis;
  • una infección del cuello uterino;
  • cáncer de cuello uterino, etc.

Aunque varias patologías parecen graves en esta lista, el manchado anormal también puede ser causado por factores menos preocupantes como el estrés, la excitación, etc.

Comprender el vínculo de causa y efecto entre determinadas patologías y el manchado puede resultar complejo, porque cada organismo reacciona de manera diferente. Las variaciones individuales en respuesta a los problemas de salud hacen difícil explicar con precisión estas relaciones. Sin embargo, hay que tener en cuenta que las circunstancias en las que estas patologías pueden desencadenar un sangrado intermenstrual son numerosas.

Por lo que, si observas rastros de sangre después de las relaciones sexuales o unos días antes de tu período, se recomienda una consulta médica. Asimismo, si presentas sangrado por más de dos días después de tu período, o si este sangrado se acompaña de olores desagradables, fiebre y cansancio, es importante consultar a un profesional de la salud.

Higiene durante las pérdidas intermenstruales: ¿qué hacer?

Mantener un nivel impecable de higiene es igual de normal durante el sangrado intermenstrual. Para ello, utilice bragas menstruales. Diseñados para respetar la intimidad de la mujer, absorben perfectamente las pequeñas y abundantes secreciones, lo que limita la humedad y las molestias. El uso de ropa interior de algodón favorece la respiración de la piel y reduce el riesgo de irritación.

También se recomienda limpiar la zona genital con agua tibia y jabón suave. Evite también los productos irritantes como aerosoles perfumados y tampones perfumados. Siguiendo estas instrucciones, sin duda conseguirás mantener el equilibrio natural de tu tracto genital. No dudes en acudir a un especialista en caso de complicaciones o dudas.

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