Mientras la epidemia de viruela continúa creciendo a un ritmo exponencial en dieciséis países africanos, las primeras dosis de vacuna han comenzado a distribuirse en los países más afectados. Se trata de una novedad en el continente africano y, en particular, en la República Democrática del Congo (RDC), donde la enfermedad es endémica desde hace cincuenta años. Después de una gran epidemia fuera de África en 2022 y nada menos que dos emergencias de salud pública de importancia internacional –el nivel de alerta más alto de la Organización Mundial de la Salud (OMS)–, decretadas en 2022 y 2024, los congoleños finalmente tienen acceso al preciado producto. Dos meses después de la declaración de emergencia de la OMS, “El mpox sigue siendo un importante problema de salud pública en África”advierte Jean Kaseya, director del Africa CDC, la agencia africana de salud pública.
Las primeras dosis llegaron sobre el terreno el 5 de octubre, especialmente en el este de la República Democrática del Congo, en las provincias de Kivu del Norte y Kivu del Sur, crisoles de la epidemia que surgió el año pasado. Esta nueva variante del clado 1b se extendió rápidamente a algunos países vecinos. A partir del lunes 7 de octubre, Ruanda también comenzó a vacunar a determinadas poblaciones objetivo, mientras que Nigeria, donde prevalece el clado 2, debería lanzar pronto su propia campaña.
La cuestión es fundamental para la República Democrática del Congo, donde se registran la gran mayoría de los casos de mox en el continente (85%). Desde principios de 2024, se han identificado en el país 31.350 casos sospechosos, con cerca de 1.000 muertes, lo que representa una tasa de letalidad del 3,2%. Sólo 6.169 casos pudieron ser confirmados mediante pruebas PCR de laboratorio (de 25 muertes confirmadas), lo que demuestra un importante problema de acceso a los diagnósticos. En concreto, sólo el 40% de los casos sospechosos se someten a pruebas, lo que significa que muchas personas infectadas no reciben tratamiento, lo que aumenta los riesgos de propagación.
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El principal antiviral conocido contra el mpox, el tecovirimat, no ha demostrado resultados concluyentes contra la actual epidemia, pero la vacunación sigue siendo el único tratamiento eficaz para detener la propagación del virus. Por eso la llegada de las primeras vacunas era tan esperada en la República Democrática del Congo. Hasta el momento, las autoridades sanitarias del país han recibido unas 265.000 dosis, de las cuales 200.000 de la Unión Europea, 50.000 de Estados Unidos y 15.000 a través de la organización Gavi, principal actor de la solidaridad. internacional que apoya a los países de bajos ingresos en la compra de vacunas.
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