Inteligencia artificial para mejorar el diagnóstico.

Inteligencia artificial para mejorar el diagnóstico.
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Temblores de las extremidades. Lamentablemente, los primeros síntomas de la enfermedad de Parkinson no se corresponden con el inicio de la enfermedad. De hecho, esto se habría declarado varios años antes. Sin embargo, hasta el momento el diagnóstico es exclusivamente clínico y el tratamiento sintomático.

Imaginemos ahora un mundo en el que la enfermedad de Parkinson pudiera detectarse mucho antes que estos síntomas. Un mundo en el que, gracias a la inteligencia artificial (IA) combinada con las imágenes médicas, los médicos podrían intervenir antes y cambiar el curso de esta enfermedad, que afecta a casi 200.000 personas en Francia.

Inteligencia artificial, ¿una aliada de la imagen?

Ésta es la promesa de los investigadores de la Universidad Tecnológica de Troyes (UTT), Racha Soubra y Aly Chkeir. Su proyecto de investigación, titulado AMPIATI (Anticipación de la enfermedad de Parkinson mediante inteligencia artificial y procesamiento de imágenes), tiene como objetivo reinventar la forma de diagnosticar la enfermedad de Parkinson. Y ello, mediante el uso de técnicas avanzadas de imagen médica e inteligencia artificial para detectar la enfermedad de forma más temprana.

Hoy en día, los médicos utilizan imágenes cerebrales para confirmar la presencia de la enfermedad en un estadio avanzado, en la fase sintomática, cuando se declaran síntomas clínicos, como temblores en las manos o enlentecimiento de los movimientos. El proyecto “AMPIATI” tiene como objetivo detectar neuronas que pueden haber desaparecido debido a la enfermedad de Parkinson, en fase preclínica, sin síntomas aparentes.

En otras palabras, la idea es identificar rastros –invisibles para el ojo humano– de la enfermedad en las imágenes. Cómo ? Identificando lo que llamamos “biomarcadores”. Estos indicadores se utilizan para diagnosticar la enfermedad, controlar su progresión y evaluar la respuesta a los tratamientos. Lamentablemente, hasta la fecha, los biomarcadores obtenidos de imágenes cerebrales médicas no se utilizan en la práctica clínica para la enfermedad de Parkinson. Esto hace que su diagnóstico dependa particularmente de los síntomas. Aquí es donde entra en juego el proyecto “AMPIATI”.

Por tanto, los dos investigadores proponen educar a la inteligencia artificial para que pueda identificar, con mucha antelación, estos rastros de neuronas faltantes o dañadas, centrándose en la segmentación de una zona profunda del cerebro llamada cuerpo estriado. Esta área juega un papel crucial en diversas funciones, incluido el control del movimiento. De este modo, los investigadores pueden, utilizando métodos de procesamiento de imágenes y modelos de inteligencia artificial, identificar y extraer biomarcadores de la enfermedad y determinar su estadio de avance lo antes posible.

La investigación tiene como objetivo, utilizando un algoritmo de aprendizaje profundo, detectar estas formas específicas y descubrir la forma del “Biomarcador-0”. El uso de estas tecnologías avanzadas permitirá una evaluación precisa y automatizada del estado de progresión de la enfermedad. Y esto ocurre mucho antes de que los síntomas se vuelvan evidentes para los pacientes y los médicos.

Los primeros síntomas del Parkinson aparecen alrededor de los 58 años. Por tanto, sería posible imaginar hacerse una prueba hace unos años, alrededor de los cincuenta años, para detectar posibles signos de la enfermedad.

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