EII: La estrategia nutricional antes que los medicamentos

EII: La estrategia nutricional antes que los medicamentos
EII: La estrategia nutricional antes que los medicamentos
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El síndrome del intestino irritable (SII) es una de las EII más comunes, sus síntomas incluyen dolor abdominal, gases e hinchazón abdominal, diarrea y estreñimiento, que de forma crónica y dependiendo del grado de gravedad, pueden perjudicar la calidad de vida.

El tratamiento de la EII, incluido el SII, a veces incluye consejos dietéticos como comidas ligeras y evitar el consumo excesivo de alimentos “desencadenantes” como el café, el alcohol y los refrescos. A algunos pacientes se les recetan medicamentos para reducir síntomas específicos, como hinchazón o estreñimiento, diarrea o dolor abdominal. A veces incluso se utilizan antidepresivos para mejorar los síntomas del SII.

El estudio compara 3 tratamientos, 2 estrategias nutricionales y un tratamiento farmacológico, durante un seguimiento de 4 semanas en 300 participantes adultos con síntomas de SII graves o moderados, seguidos en el Hospital Universitario Sahlgrenska de Gotemburgo. Los participantes se dividieron en 3 grupos por lo tanto,

  1. el primero fue asignado a una dieta baja en FODMAPbaja ingesta de carbohidratos fermentables, por lo tanto alimentos que contienen lactosa, legumbres, cebollas y cereales, que fermentan en el colon y pueden provocar dolor en el SII;
  2. el 2º grupo recibió un tratamiento dietético bajo en carbohidratos y rico en proteínas y grasas;
  3. el tercer grupo recibió “la mejor” medicación posible para cada participante, en función de sus síntomas más molestos.

Se utilizó una escala de calificación de síntomas de SII establecida para evaluar las 3 estrategias:

  • los síntomas se controlan mejor con un ajuste dietético;

  • el bajo contenido de FODMAP reduce todos los síntomas en el 76% de los participantes;
  • la reducción de carbohidratos y una mayor ingesta de proteínas y grasas alivió los síntomas en el 71% de los participantes;
  • sólo el 58% de los participantes que recibieron medicación vieron sus síntomas aliviados;
  • todos los grupos reportan una calidad de vida significativamente mejor, menos síntomas físicos y menos síntomas de ansiedad y depresión;
  • a pesar del retorno a los hábitos alimentarios anteriores, la mayoría de los participantes en los 2 grupos de intervención nutricional aún se beneficiaron de un alivio clínicamente significativo de sus síntomas; el 68% en el grupo de asesoramiento dietético tradicional y bajo en FODMAP, y el 60% en el grupo de dieta baja en carbohidratos.

Por tanto, son necesarias 2 conclusiones, no ignorar la EII en un paciente y tratarla, y si es posible optar por la intervención nutricional como primera intención.

“Necesitamos más conocimientos sobre la mejor manera de personalizar estas intervenciones”, concluyen los autores, “ya que algunos factores pueden ser decisivos para la respuesta de cada paciente a diferentes opciones de tratamiento”.

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