La filariasis está de vuelta en Wallis y Futuna

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Todos pensaron que estaba derrotada. La OMS incluso la eliminó oficialmente de la lista de problemas de salud pública en el territorio en 2018. Pero la filariasis siguió propagándose silenciosamente, pasando de una víctima a otra a través de los mosquitos tigre. No fue hasta 2023 que decidió seguir adelante abiertamente.

No hay tiempo que perder, el enemigo está ganando terreno. Es al descubrir dos nuevos casos en 2023 que la Agencia de Salud establece una vigilancia seguida de un cribado. Resultado: 2 casos en Wallis y 10 en Futuna. La institución decide entonces iniciar una investigación a gran escala empezando por todas las escuelas de Futuna, siendo el primer grupo el pueblo de Taoa. Objetivo: medir la prevalencia de la enfermedad, es decir la relación entre los casos detectados y el total de la población.

¿Se puede esperar el regreso de “Notezine”?

Quizás no con el mismo nombre, pero sí se considera la molécula que lo compone. Una molécula distribuida desde hace mucho tiempo en Wallis y Futuna, ya que de 1978 a 2001 las autoridades locales llevaron a cabo una campaña de tratamiento masivo para la población. En 2001, el territorio se adhirió al programa PacELF (eliminación de la filariasis linfática en el Pacífico). El parásito está debilitado, la distribución masiva y regular del tratamiento entre la población local reduce considerablemente la propagación de la enfermedad. Pero el parásito no se rinde. La Agencia de Salud prepara el contraataque lanzando una operación de detección.

©Wallis

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