Centrándonos en el tomate: los secretos de la piel sin semillas

Centrándonos en el tomate: los secretos de la piel sin semillas
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Una planta que tiene algo debajo del follaje.

Con todo lo que sabemos hoy al respecto, el tomate ya no merece quedar relegado a un segundo plano para ser simplemente picoteado en la mesa. No, en algunas culturas, ¡incluso se lo eleva al rango de divinidad!

Utilizado por los mayas en Yucatán durante las ceremonias de lluvia: por su alto contenido de agua, tenía fama de atraer aguaceros. [1]. ¿Y qué pasa con sus primas de la misma familia botánica, la mandrágora y la belladona? Las brujas las frotaban como un ungüento debajo de las axilas, los compuestos psicotrópicos de estas plantas penetraban en la piel y les permitían entrar en trance. [2].

Ante esta colección de plantas misteriosas, los primeros botánicos europeos quedaron tan perplejos que, por precaución, se prohibió el consumo del tomate durante mucho tiempo después de su importación. Afortunadamente, algunos rebeldes lo introdujeron de contrabando en sus recetas, contribuyendo a su rehabilitación. Incluso fue prescrito por médicos ingleses en el siglo XVIII para tratar quemaduras y picores. [3]y en Nigeria, en la medicina tradicional, se recomienda tratar el edema. [4].

Una planta bioinspiradora

El tomate es hoy una musa para los investigadores más imaginativos. Su cutícula, esta piel que forma una barrera protectora flexible, eficaz contra la deshidratación y las agresiones externas, intriga a los científicos: en el INRAE ​​​​buscan en particular descifrar su ensamblaje y obtener nuevas generaciones de cauchos de origen biológico.

En cuanto a las moléculas activas, además del licopeno, que suele estar en el punto de mira de esta fruta, existen otras clases de compuestos como las amirinas. Estos alivian la inflamación, fortalecen la barrera cutánea e incluso aumentan la moral. ¿Cremas de tomate para desestresarse? Y porqué no ! Ciertas fórmulas clínicamente probadas a base de extractos de piel de tomate son capaces de reducir, en la saliva de los voluntarios, el nivel de cortisol, apodada la “hormona del estrés”, al tiempo que aumentan la DHEA, asociada a las emociones positivas. [5].

Un enfoque ecológico de buen gusto

El tomate también es un candidato perfecto para adoptar una estrategia de “residuo cero”.

La piel y las semillas del tomate alguna vez fueron desechadas en masa por la industria del jugo. Hoy en día, su uso por parte de la industria cosmética representa una solución eco-responsable para aliviar las pieles sensibles. En el corazón del tomate francés de Provenza se encuentran las moléculas llamadas “amirinas”, que se recuperan para combatir la inflamación de la piel. Al mismo tiempo, el hidrosol de tomate, compuesto al 100% por agua extraída del fruto, puede sustituir la fase acuosa de productos calmantes como aguas micelares o brumas.

¿Los fallos restantes? Se prensan para extraer un aceite antioxidante.

Y hasta el final nada se pierde, todo se transforma: los residuos finales de estas extracciones, que llamamos “orujo de tomate”, se transforman en plásticos biodegradables para crear envases ecológicos.

Tomate con Piel: hacia una transformación cosmética

Con la tendencia “In & Out”, que consiste en cuidar nuestra piel por dentro y por fuera, el tomate ha encontrado su nuevo terreno de juego. Encarna un cóctel perfecto entre tradición e innovación moderna, ofreciendo a la industria cosmética una oferta cada vez más sostenible. perspectivas.

A la luz de estos últimos avances, hoy admitimos que el tomate ya no tiene por qué avergonzarse de sus prestaciones y que merece ocupar un lugar especial en las futuras cremas a la vanguardia de la eficacia.

Notas

[1] Cagnato, C. (2018). Arrojando luz sobre las solanáceas (solanáceas) utilizadas por los antiguos mayas: una revisión de los datos existentes y nueva evidencia arqueobotánica (macro y microbotánica) de sitios arqueológicos en Guatemala. Botánica Económica, 72, 180-195.

[2] Waniakowa, J. (2007). “Mandrágora” y “Belladona”: los nombres de dos plantas mágicas. Studia Linguistica Universitatis Iagellonicae Cracoviensis, (124).

[3] Gautam, GK (2013). Una revisión sobre la taxonomía, etnobotánica, química y farmacología de Solanum lycopersicum linn. Revista Internacional de Química y Ciencias Farmacéuticas, 1(8), 521-527.

[4] Ogwu, M. C., Chime, A. O. y Oseh, MO (2018). Estudio etnobotánico del tomate en algunas regiones cultivadas del sur de Nigeria.

[5] Falcao, L., Nachat-Kappes, R. y Filaire, E. (2024). Belleza dentro y fuera y piel sensible, una exploración psicofisiológica: ¿mito o realidad?. Cosméticos, 11(2), 36.

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