lEl 22 de octubre, la vida de Arnaud Aletti, tercera línea de Dacquois, de 28 años, dio un giro especial con la llegada de su primer hijo. En la vida de un deportista profesional, el descuido a veces irrazonable que le hace correr todos los riesgos se enfrenta a menudo con la llegada de un ser para quien la noción de responsabilidad toma una medida completamente diferente. “No voy a decir nada original, pero es una alegría muy grande vivir la llegada de tu primer hijo. Esperó un poco, pero al final la entrega fue muy rápida y llegó en siete minutos. Tenemos que adaptarnos a nuevos puntos de referencia que no siempre dominamos…”, confirma el padre de la pequeña Giulia.
El que comparte la capitanía con el experimentado Jean-Baptiste Barrère quedó junto a la cama de su pareja y de su hija durante los dos últimos partidos. “Me perdí gran parte de la semana antes de Brive y el equipo prefirió reiniciarme lentamente colocándome en el puesto 24 (jugador, primero en salir del grupo, nota del editor) contra el Niza. Es importante estar ahí al principio y lo supe aprovechar. »
“Si tengo momentos difíciles, seguramente pensaré un poco en Giulia”
Pragmatismo y compromiso
Sin embargo, quienes viven su sexta temporada en Dax no pierden la pista de la temporada que están viviendo. Con lucidez analiza las últimas actuaciones de su equipo: “Tenemos en mente esta serie de tres partidos sin el más mínimo punto (Angoulême, Agen, Oyonnax) que pusieron fin a un comienzo prometedor. Mantenemos la sensación de no estar lejos de la meta, pero al final nos encontramos con cero puntos en la clasificación, ¡es frustrante! Contra Oyonnax hicimos un buen partido, encontrándonos en la lucha y en la coherencia de nuestro juego. Quiero decir que, paradójicamente, el partido en Brive podría servir como un punto de referencia, especialmente fuera de casa. Podemos ganar y creo que debemos tener presente esta mentalidad”, afirma el que será capitán en Béziers.
Para preparar este difícil viaje a Hérault, el equipo también tiene en cuenta los dos últimos partidos en casa, contra equipos que viajaron con un plan de juego adaptado. “Ya sea contra Angoulême o Niza, sabemos que con pragmatismo y compromiso podemos hacer dudar al equipo local. También hay que inspirarse en ello”, explica uno de los líderes del grupo landés desde hace varias temporadas.
Contexto tenso
Antes de este viaje a Béziers, el joven padre recuerda los dos últimos enfrentamientos entre los dos clubes históricos. “En el partido de ida empezamos bien (12-9 al descanso, NB) para acabar poniéndonos en ventaja en el segundo (40-14, NB). Para el partido de vuelta, Béziers se acercó al final de un bloque casi invicto. Tuvimos un escenario un poco loco y tuvimos un partido un poco loco contra el subcampeón. (Victoria 57-20, nota del editor). Sospechamos que este último partido estará presente en sus cabezas. »
“Como nos recordó Jean-Baptiste Barrère (24º en este partido y ex Biterrois), su club vive un momento especial (dos jugadores despedidos por violencia doméstica, Taleta Tupuola y Hans Nkinsi, y el capitán Samuel Marquès, perseguidos por comportamiento inapropiado durante La Nuit du rugby en París, nota del editor). Se relanzaron contra Angoulême el pasado fin de semana (29-13) y podemos esperar un gran partido de ellos, en un contexto tenso, continúa Arnaud Aletti. Tendremos que mostrar control porque nos faltó eficacia en las zonas de gol. Nos han sancionado mucho en las últimas semanas. Hemos trabajado en ello y sobre todo debemos enviar las señales adecuadas en el campo. En Béziers, hará falta más alma para forzar el destino. Por mi parte, si tengo momentos difíciles, seguramente pensaré un poco en Giulia. »
Related News :