A menudo se dice que el rugby comienza desde adelante, y esto es más cierto que nunca en el rugby moderno. Los delanteros franceses también son conocidos históricamente por su scrum. Pero no es sólo su potencia bruta o su técnica lo que impresiona: es su versatilidad. Karim Ghezal, ex entrenador de los delanteros del XV francés (2020-2023), lo explica sin rodeos en las columnas de L’Equipe:
“La versatilidad es un criterio determinante al más alto nivel. Con un banquillo de 6-2, debes contar con delanteros capaces de moverse entre varias posiciones para adaptarse a los caprichos del partido. »
Versatilidad: una obligación táctica
¿Por qué esta versatilidad es aún más importante a nivel internacional? A diferencia del Top 14, donde las rotaciones son más flexibles, los partidos internacionales no permiten las mismas libertades en cuanto a cambios. Un jugador polivalente se convierte entonces en un activo valioso para hacer malabarismos entre posiciones, especialmente ante lesiones o tarjetas imprevistas.
“Necesitamos jugadores que puedan cubrir la defensa si es necesario. Lo hicimos con Sekou Macalou, que podía jugar de extremo. Paul Boudehent puede ayudar en el centro o en las bandas. Estos perfiles ofrecen valiosas opciones tácticas. »
Ciertamente estos perfiles pueden ser interesantes, pero sigue siendo “bricolaje” y nunca es muy efectivo. Como dice Ghezal, Boudehent puede “ayudar”, pero no es una opción que realmente queramos ver al más alto nivel.
Mauvaka y los frentes camaleónicos
Si hay un jugador que encarna esta versatilidad es Peato Mauvaka. El hooker de Toulouse se ha acostumbrado a terminar los partidos en la tercera fila, convirtiéndose en un auténtico bromista de lujo para el personal bleus.
“Mauvaka puede jugar 80 minutos, desempeñar una serie de roles al margen, levantar, saltar… Es un arma extra. »
XV de Francia. Entre versatilidad y especificidad, Galthié explota al máximo el potencial de sus protegidos
Del mismo modo, perfiles como Alexandre Roumat, capaz de jugar de 4, 6 u 8, o Mickaël Guillard, que cubre segunda y tercera líneaagrega profundidad y flexibilidad al equipo. En sus casos, ya utilizan y cultivan esta flexibilidad en el club, por lo que es lógico encontrarla en el equipo francés.
La importancia de esta versatilidad quedó destacada durante el partido contra Sudáfrica en noviembre de 2022. Un encuentro caótico donde la plantilla tuvo que hacer malabarismos con lesiones y tarjetas:
“Teníamos un banco de 6-2 y Sekou Macalou jugó de extremo después de que se fuera Jonathan Danty. Fue enorme. Sin perfiles polivalentes como él, hubiéramos estado en dificultades. »
Para Karim Ghezal, estos jugadores capaces de pasar de una posición a otra, sin dejar de ser eficientes, son esenciales para la élite. Allá La gestión de los recambios, combinada con estos perfiles híbridos, es uno de los secretos del éxito de los Bleus.
Ante el partido contra Argentina, la selección francesa sigue confiando en estos perfiles polivalentes para compensar imprevistos. Como dice Ghezal:
“Lo principal es mantener el equilibrio entre jugadores potentes y jugadores aéreos. »
Una receta que ha demostrado su eficacia y que aún podría marcar la diferencia este viernes.