“Sólo” quintos, los Corréziens esperan volver al podio triunfando sobre Colomiers. Erwan Dridi, cazador de pruebas, sin duda dará su opinión.
El 42-19 sufrido en Valencia, colista, será realmente una mancha en la temporada de los Corréziens, sea cual sea el resultado. Pero el mismo viaje tuvo los mismos efectos la temporada pasada: provocó una serie de tres éxitos como respuesta. A priori, no hubo un ultimátum desde arriba como el año pasado de Xavier Ric. Su sucesor, Eduard Coetzee, ya se había pronunciado tras la ajustada victoria ante el Dax.
David Darricarère compartió con nosotros su “frustración” tras un partido que naufragó tras el descanso. “Intentamos trabajar duro para recuperar la confianza”. Y, sin duda, también la sensación de compromiso, cuya ausencia se hizo evidente en la segunda parte. “No era necesario incitar especialmente a los jugadores, eran conscientes de su pobre rendimiento. Pero Colomiers será un equipo difícil de manejar, tiene experiencia en este nivel”.
David Darricarrère redescubre este campeonato donde el compromiso prima sobre el juego. “Pero la aportación de buenos extranjeros y jugadores de la élite ha elevado el nivel”.
Cuatro intentos en siete partidos
Precisamente entre estos jugadores se encuentra Erwan Dridi, 13 partidos con los colores del RC Toulon en la 2020-2021. Ha sido titular siete veces esta temporada con cuatro intentos anotados: “Es un chico al que vemos mucho, lucha mucho, es un verdadero anotador de try. Intenta llegar a la línea de gol lo antes posible. Se esfuerza sin contar”.
El lateral tres cuartos que llegó fuera de temporada espera ser parte de los detonantes de esta recuperación para regresar a la élite donde, en nuestra opinión, tendría algo que hacer bien: “Por el momento lo estoy disfrutando mucho, es un factor fundamental. Pero me gusta mucho el estilo de juego que propone David, los extremos son jugadores muy libres y los balones están pensados para pegar por fuera”. Evidentemente sufrió la goleada de Valencia. “Fue difícil conceder tantos puntos, eso es seguro, pero la llegada de Colomiers será una oportunidad para redimirnos”. Después de sus visitas a Vannes y Grenoble, está acostumbrado a este campeonato que juzga “bastante homogéneo” donde los puentes con la élite son cada vez menos raros.
A pesar de este contratiempo, hace un balance positivo de su primera temporada en Brive: “Los tres partidos en casa que viví me gustaron mucho. Creo que el primero fue nuestro primer encuentro contra el Oyonnax, con mucha presión porque fue un shock desde el primer día, pero no estábamos todavía bien asentados. El derbi contra Aurillac (48-17) también estuvo marcado por mucho entusiasmo. Pudimos jugar liberados porque inmediatamente fuimos fuertes en ataque, lo que nos permitió enviar el balón hacia afuera. (obtuvo un doblete, nota del editor). El partido contra el Biarritz (31-13) también fue complicado este año ante un equipo muy fuerte. Contra ellos sólo concedimos un try al final”. Contra Colomiers, espera necesariamente un éxito claro e impecable del que sería el artífice. Tiene el perfil.
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