Al decidir conformarse a largo plazo con Ernest-Wallon, el tercera línea Jack Willis cerró las puertas a la selección inglesa, pero la temporada pasada fue recompensado con dos nuevos trofeos, incluida una Copa de Campeones que sobrevoló. Lo que lo convierte en el Oscar Olímpico Midi de Europa.
Para medir cuánto se merece el Oscar europeo concedido a Jack Willis este lunes por la noche, basta con hacernos una pregunta: ¿qué habría sido del Stade Toulouse la temporada pasada sin él? La misma pregunta ya existía al final de la temporada 2022-2023 cuando, privado de Anthony Jelonch gravemente herido en una rodilla, el club se ofreció a un vigésimo segundo Bouclier de Brennus al final de una final victoriosa contra La Rochelle marcada por el hazaña personal de Romain Ntamack y la actuación excepcional de la tercera línea inglesa. Una joya aterrizó en Ernest-Wallon a finales de noviembre de 2022 tras la liquidación de Wasps, su equipo de toda la vida… Un regalo del cielo para el técnico Ugo Mola y sus asistentes. Y es un poco lo mismo que tuvo que pasar el grupo Stade desde enero de 2024, cuando Jelonch sufrió otra caída y se lesionó gravemente la otra rodilla. Privado de su guerrero Gers, el equipo de Toulouse sabía que podía contar con otro luchador excepcional, la persona de Willis, que decidió suspender su carrera internacional para continuar su aventura con los Rojos y Negros. Después de su participación en el Mundial de Francia, la Federación decidió no revisar sus normas de elegibilidad y, por tanto, no retener a los jugadores que juegan en el extranjero. Lo que no impidió al interesado renovar su contrato en el Ernest-Wallon, donde sin duda ha progresado hasta consolidarse como uno de los mejores flancos del planeta, a pesar de sufrir por no volver a vestir la camiseta del XV de la Rosa…
Diabólico en la final contra el Leinster
En la Copa de Campeones, Jack Willis simplemente consiguió actuaciones XXL. Ya impresionante en octavos, cuartos y semifinales de la Copa de Campeones, Willis estuvo absolutamente diabólico en la final contra el Leinster, con una actividad impresionante. Imagínese que hizo no menos de treinta tacleadas en total, obviamente el total más alto del juego. Sin eclipsar su dantesco desempeño en el juego terrestre. Claramente, los ingleses reinaban en las zonas de conflicto. Su cumbre, colectiva y personal, ya que dominaron aquel día a Doris, Baird, Conan o Van der Flier, referentes mundiales en la materia… Y su emoción estuvo a la altura de su derroche de energía, en los pasillos del Tottenham. Estadio Hotspur: “Las últimas temporadas han sido complicadas para mí: las avispas desaparecieron, no jugué tanto en la selección que me hubiera gustado… En este sentido, lo que Toulouse me ofrece hoy es inmenso. Pocas veces he experimentado momentos de tanta felicidad. Después del pitido final, estuve varios minutos en el campo y pensé: “Yo, que soñaba con ganar la Copa de Campeones desde que tenía 6 años, lo acabo de lograr contra el Leinster y después de un partido a cien minutos para el final”. Y sonreí”. Pudo, ya que fue decisivo en la coronación de Toulouse, validar sus sacrificios, como al obtener su segundo Brennus un mes después, al final de una final contra el Union Bordeaux-Bègles que le vio reinar de nuevo. “Después del Mundial, hubo mucha decepción para mí y para los muchachos de la selección de Francia.explicó Willis en el escenario. Estábamos muy motivados para ganar algo. Estoy feliz de haber hecho el doblete. Mi mayor orgullo es haber ganado la Copa de Campeones. Como inglés tiene un valor especial”.
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