Gracias al arduo trabajo de los forwards, que generaron cuatro tries mediante mauls, el plantel de Mauricio Reggiardo escapó de la trampa de Mons mejorando.
En otra vida, Alfred de Musset probablemente habría sido partidario del Provence Rugby, ya que su famoso lema encaja con los finales locos de los partidos conocidos en Maurice-David: “¿Qué importa la botella con tal de emborracharte”. Contra Brive, Drouet ofreció la victoria. Esta vez fueron los delanteros, como un símbolo, quienes trajeron el “guinda del pastel”según la fórmula de Reggiardo, con una ofensiva en el 84. Al igual que su vecina Marsella, Provence Rugby fue directo al grano. Cuatro veces repitieron el mismo patrón: toque penal, atrapada en el aire y empujón colectivo. Sólo los marcadores difirieron (Jammes, try de penalti, Piazzoli y Laget). ¿Una nueva receta milagrosa para las negras, mientras que hasta ahora tres cuartas partes habían brillado en el número total de intentos (11 de 15, incluidos 8 para el dúo Drouet-Lapègue)? “Ya habían hecho seis pruebas en este sector, Señaló a Reggiardo. Este fue definitivamente un punto a explotar. El equipo quería ser conquistador en la delantera. La clave del partido fue el toque y nuestros mauls”.
Reggiardo elogió las “emociones” pero quiere más “eficiencia”
Autor de un partido capital, Guillaume Piazzoli tuvo la sensación de haber hecho un trabajo bien hecho. “Como siempre, logramos superarnos en los últimos minutos. Ésa es nuestra fortaleza en este momento. Ganamos este partido por delante. Fuimos conquistadores y eso premia nuestro trabajo. Marcar cuatro goles en estas fases es gratificante para los delanteros”. Son momentos importantes para unir al grupo. Cada nueva temporada, tenemos que crear una mayonesa, y hacer todo lo posible para que quede buena… Ya ves. (risas) ? Son momentos que unen para el futuro de este grupo”.
Pero en esta velada de cinco puntos no todo fue perfecto para los socios de Jules Plisson. “No olvido que estábamos seis puntos por detrás en la segunda mitad, continuó el técnico argentino. Lamento que todavía nos falte lucidez para rematar los golpes. Realizamos pruebas de pérdida de balón y de intercepción. Dejando migajas, nos llevamos treinta puntos. Tuvimos el mérito de no entrar en pánico. Seguimos intentándolo, a veces demasiado o no en el lugar adecuado del campo. Hay cosas que corregir, pero recordaremos los cinco puntos y las emociones. Somos un equipo que da emociones al final del partido”. ¿Y eso es bueno para los corazones de los negros y sus seguidores? “El éxito no se logra chasqueando los dedos. Estamos en el lugar. Tenemos carácter y ambición. Este bono ofensivo demuestra un buen estado de ánimo, pero sí, podríamos haberlo simplificado”. Para elegir, también nos gusta la borrachera.
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