Kamala Harris y Donald Trump reanudan el lunes su agitada carrera por las elecciones presidenciales de Estados Unidos, después de que el domingo la candidata republicana fuera blanco de un segundo “presunto intento de asesinato” en dos meses.
A cincuenta días de las históricas elecciones del 5 de noviembre, la campaña ya no tiene precedentes en la historia de la democracia estadounidense: el expresidente Trump escapó a un primer intento de asesinato en julio, el jefe de Estado saliente, el demócrata Joe Biden, tiró la toalla y su vicepresidenta Kamala Harris lo reemplazó con poca antelación.
Y mientras Harris, de 59 años, y Trump, de 78, se enfrentan agriamente en un clima político venenoso, el multimillonario y tribuno populista conservador fue blanco el domingo de un nuevo “presunto intento de asesinato”, según la policía federal.
El FBI anunció que estaba “investigando” estos hechos, por los que fue detenido un sospechoso pero nadie resultó herido.
– Trump “sano y salvo” –
Donald Trump, que dijo estar “sano y salvo”, se encontraba en el campo de golf de su casa en Florida a primera hora de esta tarde cuando se produjeron “disparos” “cerca”, según su equipo de campaña.
Varios agentes del Servicio Secreto, la fuerza policial de élite que protege a presidentes, ex presidentes y figuras políticas de alto perfil, efectivamente “abrieron fuego contra un hombre armado” que estaba cerca del borde del campo, dijeron funcionarios encargados de hacer cumplir la ley en una conferencia de prensa en Florida.
Se localizó un fusil AK-47 con mira telescópica, dos mochilas y equipo de grabación de video.
Un hombre fue detenido tras ser capturado gracias a un testigo que identificó su vehículo.
Pero el Servicio Secreto reconoció que “no estaba seguro en este momento de que el individuo pudiera haber disparado contra los agentes”.
Y, a fortiori, no hay nada que diga que el hombre arrestado incluso abrió fuego hacia la zona del campo de golf donde estaba jugando Donald Trump.
– Biden “aliviado” –
Joe Biden dijo que estaba “aliviado” de que su rival “no hubiera sido alcanzado”.
El presidente de 81 años, anciano y físicamente debilitado, que dejará el cargo el 20 de enero, reiteró que “no hay lugar para la violencia política ni ninguna forma de violencia en nuestro país”.
La Sra. Harris dijo que estaba “profundamente perturbada por el posible intento de asesinato del expresidente Trump” y pidió que “este incidente no debería conducir a más violencia”.
Hay que decir que el ambiente político y social está tenso.
Una ciudad del estado de Ohio, Springfield, ha sido desde hace días presa de rumores infundados difundidos en las redes sociales según los cuales inmigrantes haitianos estarían robando gatos, perros y otras mascotas para comérselos.
Estas acusaciones, repetidas en un mitin por Donald Trump, han provocado amenazas de bomba y cierres temporales de escuelas, con la policía alerta y los inmigrantes asustados.
Entrevistado el domingo por CBS y CNN, el compañero de fórmula de Trump, JD Vance, senador de Ohio, dio crédito a estos rumores: “Algunos de ellos son relatos directos de primera mano, como el de los inmigrantes que sacan gansos de un parque, los matan y se los comen”.
Apoyando la candidatura republicana, el gobernador de este estado del Medio Oeste, Mike DeWine, desestimó él mismo estas acusaciones “ridículas” en la cadena ABC, que “deben cesar”.
La campaña realmente comenzó la noche del 27 de junio durante un calamitoso debate televisado entre Biden y Trump que llevó al primero a abandonar la carrera el 21 de julio y ser reemplazado inmediatamente por Harris.
El 13 de julio, Donald Trump, que sueña con volver a la Casa Blanca tras su mandato de 2017 a 2021, fue herido en el oído por los disparos de un joven estadounidense, abatido a tiros por las fuerzas del orden, tras matar a una persona y herir a otras dos durante un mitin de campaña en Pensilvania.
Este estado rural e industrial del noreste es uno de los seis o siete estados que son clave para ganar las elecciones presidenciales indirectas.
Los candidatos continúan recorriendo estos estados llamados “pivote” o “clave”, entre ellos Pensilvania, Michigan, Wisconsin y Nevada.
El lunes, según sus agendas previas al fin de semana, Trump debía estar en Florida y Harris en Washington.
Para aumentar el mal humor, Donald Trump dijo el domingo en su red social Truth Social que “odiaba” a la megaestrella del pop Taylor Swift por su apoyo a Kamala Harris.
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