Convocada por el expresidente Jair Bolsonaro, la derecha brasileña se manifiesta este sábado en Sao Paulo por la “democracia” y la “libertad”, en medio de un debate sobre la libertad de expresión tras la suspensión de X, su red social favorita.
En este día de la independencia nacional, y a un mes de las elecciones municipales, el ex líder de extrema derecha quiere demostrar que aún puede llevar todo su peso tras dejar el poder a finales de 2022.
“No tiene sentido celebrar nuestra independencia si estamos privados de libertad”, afirmó Bolsonaro en un video en el que llamó a manifestaciones “de amarillo y verde”, los colores de la bandera brasileña, a partir de las 14h00 (17h00 GMT) en la Avenida Paulista, la arteria emblemática de la mayor megalópolis de América Latina.
Se espera que el poder judicial sea el blanco de fuertes ataques en los discursos, en particular Alexandre de Moraes, un poderoso juez de la Corte Suprema.
El juez Moraes, bestia negra de los bolsonaristas, fue presidente del Tribunal Superior Electoral cuando el ex jefe de Estado fue condenado el año pasado a ocho años de inhabilitación por sus ataques sin pruebas contra el sistema de urnas electrónicas. También dirige la mayoría de las múltiples investigaciones contra Bolsonaro.
Y fue él quien, la semana pasada, ordenó la suspensión de X, acusando a la plataforma del multimillonario estadounidense Elon Musk de haber ignorado una serie de decisiones judiciales vinculadas a la lucha contra la desinformación.
– “Dictador con toga” –
La manifestación del sábado había sido convocada incluso antes de la suspensión del antiguo Twitter, escenario privilegiado de un debate ultrapolarizado en Brasil.
La derecha, que fácilmente convierte a Elon Musk en su campeón, denunció la medida en nombre de la libertad de expresión.
Esta suspensión es un “duro golpe a nuestra libertad y a nuestra seguridad jurídica”, denunció este jueves Jair Bolsonaro en LinkedIn.
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Pero la izquierda del presidente Luiz Inácio Lula da Silva defendió esta drástica decisión.
“Siempre seremos intolerantes con cualquiera, independientemente de su riqueza, que desafíe la ley brasileña”, advirtió Lula en un discurso en vísperas de la fiesta nacional, sin nombrar al empresario.
La democracia “no es el derecho a mentir, a difundir el odio y a violar la voluntad del pueblo”, añadió.
El influyente pastor evangélico Silas Malafaia, uno de los organizadores de la manifestación del sábado, pide “la remoción del dictador vestido de toga Alexandre de Moraes” (la “toga” negra es el uniforme que usan los jueces de la Corte Suprema).
Se espera que el lunes los parlamentarios de derechas presenten una solicitud de impeachment en el Senado. Esta iniciativa, cuyo resultado es por ahora muy incierto, está respaldada por publicaciones de Elon Musk.
– Escándalo –
La reunión del sábado se produce en un momento en que el gobierno se encuentra debilitado por su escándalo más grave: el ministro de Derechos Humanos, Silvio Almeida, que lo niega todo y acusado de acoso sexual por varias mujeres, fue destituido el viernes por la noche.
En febrero, una manifestación a favor de Bolsonaro se convirtió en una demostración de fuerza, al reunir a 185.000 personas, según un cálculo de investigadores de la Universidad de Sao Paulo. Otra manifestación en Río en abril tuvo menos éxito.
“Vamos a ver cuál es la verdadera dimensión del bolsonarismo en Brasil”, dijo a la AFP Geraldo Monteiro, politólogo de la Universidad de Río de Janeiro (Uerj), para quien el expresidente está intentando “apropiarse de los símbolos del patriotismo” como el Día de la Independencia.
Bolsonaro pidió el sábado a sus partidarios “no participar en las ceremonias de conmemoración de la independencia organizadas por el gobierno”.
Lula tiene previsto asistir esta mañana al tradicional desfile del 7 de septiembre en Brasilia.
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