Una vez nombrado primer ministro, Michel Barnier y el gobierno que está formando tendrán que afrontar los grandes problemas que quedaron pendientes durante todo el verano. En particular, la espinosa cuestión del poder adquisitivo de los franceses, aunque este tema está volviendo a cobrar fuerza gracias a la bajada de la inflación. Históricamente fiel a la derecha, no sería de extrañar que el nuevo inquilino de Matignon se basara en el programa de los republicanos (sin Éric Ciotti), elaborado para las elecciones legislativas anticipadas de junio y julio pasados. Y que lo mezclara con el del partido presidencial.
Por tanto, se espera con gran expectación el discurso de política general de Michel Barnier, que aclarará su línea política y anunciará las reformas previstas. En el ámbito energético, por ejemplo, podría tratarse de eliminar los impuestos sobre la electricidad que se utilizan para financiar el desarrollo del sector eólico, una medida defendida por los republicanos durante las legislativas. Queda por ver si esta propuesta podría estar en línea con lo que propusieron los partidarios de Emmanuel Macron durante la última campaña electoral, que prometieron reducir la factura de la electricidad en un 15% a partir de este invierno gracias a la reforma del mercado eléctrico europeo.
Para aumentar el poder adquisitivo de los franceses, el ex comisario europeo podría defender una medida apoyada por los republicanos, que proponen reducir las contribuciones sociales sobre los salarios (…)
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