“Estoy cuerdo y sé exactamente lo que voy a hacer”. El 28 de agosto, Daniel Coppola, de 50 años, se dirigió en coche a la casa de su expareja en Long Island, al este de la ciudad de Nueva York. Al llegar a la residencia alrededor de las 11:30 p. m., el hombre llamó a su hija de 15 años y le pidió que fuera a su coche. Luego encerró a su hijo adolescente en el coche y entró en la casa, donde disparó y mató a su expareja Kelly Coppola, de 50 años, y a su nuevo compañero, Kenneth Pohlman, de 53.
Daniel Coppola huyó y regresó a su casa en Suffolk con su hija. Ella envió varios mensajes a sus amigos, incluido este: “No sé qué ha hecho mi padre. No sé cómo está mi madre”.
A las 23.45, finalmente llamó a la policía y dijo que su padre amenazaba con suicidarse con una pistola en su casa. La policía intervino y detuvo al hombre para “protegerlo”. Pero al mismo tiempo, los amigos de la adolescente también habían llamado al 911 para pedirles que verificaran cómo estaba Kelly Coppola.
Al llegar a la propiedad de Long Island, descubrieron los cuerpos sin vida de Kelly Coppola y Kenneth Pohlman e inmediatamente sospecharon de Daniel Coppola.
Detalles considerados “atroces”
Daniel Coppola, que compareció por primera vez ante un juez el viernes 30 de agosto, se declaró “no culpable” de este doble asesinato. Sin embargo, Newsday informa que los fiscales han…
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