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El cohete New Glenn de Jeff Bezos debería (finalmente) llegar a escena

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El objetivo es claro: “Alcanzar la órbita. Cualquier cosa más allá de eso es una ventaja”, afirmó David Limp, director ejecutivo de Blue Origin.

Competir con SpaceX

Si bien la empresa del fundador de Amazon lleva años llevando turistas al espacio durante unos minutos gracias a su cohete más pequeño New Shepard, hasta el momento no ha puesto en órbita ningún vuelo.

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Con New Glenn, Blue Origin pretende alcanzar a su gran rival SpaceX, que pertenece a otro multimillonario estadounidense, Elon Musk. La empresa del jefe de Tesla domina desde hace años el mercado espacial comercial con sus cohetes Falcon 9 y Falcon Heavy, y ahora está desarrollando el cohete más grande jamás creado: el Starship.

Coincidencia o no con el calendario, SpaceX tiene intención de realizar el séptimo vuelo de prueba de su megacohete a finales de semana.

Con New Glenn, que es un “lanzador pesado”, Blue Origin pretende competir con SpaceX en su campo: el lanzamiento en órbita de satélites comerciales y militares, pero también de barcos y astronautas. Su cohete debe poder transportar hasta 45 toneladas a órbita baja. Esto es más del doble que el Falcon 9, pero menos que el Falcon Heavy (63,8 toneladas).

“Es bueno tener competencia, poder elegir”, insiste George Nield, presidente de una empresa que promueve actividades espaciales privadas. “Esto es muy importante para la industria espacial comercial, pero también para el gobierno y la NASA” porque no sólo reduce costes, sino que también ofrece un plan B “en caso de un problema con un dispositivo”, afirmó.

Una pieza reutilizable

Prueba de ello es que Blue Origin ya ha firmado contratos con varios clientes, entre ellos la agencia espacial estadounidense para una misión no tripulada a Marte, y el gobierno americano para misiones de seguridad nacional. En el aspecto comercial, prevé desplegar satélites de Internet para varias empresas. También debería, como SpaceX con Starlink, encargarse del lanzamiento de satélites del grupo Amazon. Jeff Bezos y Elon Musk, los dos hombres más ricos del mundo, también se pelean en el terreno de Internet por satélite.

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Las similitudes entre los dos gigantes espaciales privados no terminan ahí. Al igual que el Falcon 9, New Glenn está diseñado para ser parcialmente reutilizable. Durante esta misión inaugural, que debería durar aproximadamente seis horas, Blue Origin pretende intentar recuperar la primera etapa de su cohete. Es “ambicioso”, admitió el director general de X, “pero lo vamos a intentar. De cualquier manera aprenderemos mucho.

La compañía ya logró aterrizar su cohete New Shepard en Texas. Pero esta vez pretende intentar un aterrizaje controlado en una barcaza en el mar, una maniobra similar a la realizada por SpaceX con su cohete Falcon 9. “Es un proceso extremadamente complicado”, dijo a la AFP Elliott Bryner, profesor de Embry-Riddle. Universidad Aeronáutica.

Pero mientras la carrera por la privatización y la militarización del espacio está en pleno apogeo, este proceso que permite “reutilizar grandes partes de cohetes” es crucial porque permite “ofrecer acceso al espacio a un precio mucho más bajo” y acelerar la ritmo de los lanzamientos, señala.

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